Capítulo 5

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Jin

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Jin

Namjoon y yo esperábamos en la puerta de la escuela primaria del pueblo a que salieran los niños. Cuando parecía que la mayoría se había ido, entramos en el colegio y fuimos a la oficina principal donde preguntamos por Morag Brody y nos enviaron enseguida a su salón, al final de un corto pasillo.

Seguí a Namjoon, ansioso por ver a aquella mujer y comprobar que tenía razón, seguro de que no sabía nada de mí ni de mi padre y de que por fin podríamos encontrar a alguien que realmente importara, alguien que tal vez pudiera arrojar algo de luz sobre la bruja del mar que había robado mi piel.

Cuando llegamos a la puerta, una mujer bajita y regordeta, probablemente de mediana edad, estaba escribiendo en la pizarra.

Namjoon se aclaró la garganta. —Disculpe, señora, me preguntó si podríamos hacerle unas preguntas. —
La mujer se giró, con una agradable sonrisa en los labios y las cejas ligeramente enarcadas en señal de interrogación.

Pero cuando miró más allá de Namjoon y me vio a mí, soltó un grito ahogado y se tambaleó contra la pared, apretándose el pecho. Se le pusieron los ojos en blanco y empezó a caer al suelo casi en cámara lenta. Namjoon se apresuró a atraparla.

La tomó por la cintura y la dejó en el suelo, aflojando el botón superior de la blusa mientras sus párpados se agitaban. Le apretó la mano entre las suyas. —¿Se encuentra bien señora? ¿Podemos llamar a alguien?

—N-no —dijo parpadeando rápidamente mientras se recuperaba. Se asomó por encima de su hombro y me miró temerosa—. Lo siento, ha pasado tanto tiempo desde que... ¡Oh, Dios mío! él es hermoso ¿verdad?

Namjoon me miró sorprendido y luego volvió a mirarla. —Sí, lo es.

—Es un selkie ¿cierto?

Namjoon puso cara de asombro y se acunclilló, como si no supiera qué decir.

Recordé que me había dicho que era estrictamente contrario a las leyes del príncipe Yoongi que cualquier humano supiera de las criaturas del reino Vargr. De hecho, si un humano lo descubría, le borrábamos la memoria o lo llevábamos a nuestro reino.

Aunque se les trataba bien, nunca se les permitía regresar a su propio mundo, ya que el consenso entre los funcionarios del gobierno era que si la humanidad descubría que todas las criaturas de sus sueños y pesadillas eran reales, se desataría el pánico general.

Tiré del brazo de Namjoon y me incliné para susurrarle ferozmente al oído. —¿Y ahora qué hacemos?

La levantó del suelo como si no pesara nada y la ayudó a acomodarse en una silla. Vi unos vasos de plástico en su escritorio y le acerqué agua de una pequeña fuente que había en el pasillo.

Lo tomó de mi mano con otra mirada atónita, mientras Namjoon me agarraba del brazo y me llevaba a la puerta, volviéndose para llamarla.

—Mi amigo y yo necesitamos hablar un momento, señora. Por favor, discúlpenos.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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Cinco Brazas de Profundidad ˖°𓇼°˖ NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora