Deseo Prohibido
Ella camina entre sombras y sueños,
con labios sellados, mirada de fuego.
Guarda un secreto, profundo y callado,
un anhelo oculto, un deseo negado.
Cada paso que da, es un pulso callado,
una chispa que arde, un deseo forjado.
Es algo prohibido, algo que no puede ser,
pero en su pecho arde, lo empieza a querer.
La razón le susurra que frene, que espere,
pero el corazón late y la voz no muere.
Es una pasión que la empuja al borde,
como el mar al barco, como el viento al bosque.
Imagina su tacto, su aliento cercano,
como el roce de un sueño, dulce y lejano.
Lo siente en el aire, en la brisa fugaz,
y en el calor que abrasa sin dejar paz.
Ella sabe que el riesgo es un muro, un abismo,
que el deseo prohibido es un extraño hechizo.
Pero el fuego en su pecho no puede apagar,
es el dulce veneno que quiere probar.
Y así sigue, en silencio, guardando su anhelo,
un amor imposible, su más fiel secreto.
Pues a veces la vida es sólo un latido,
una chispa de fuego, un deseo prohibido.