Sex Headcanons - BNHA

Rikido Sato - I

Ashido: ¡Juguemos a girar la botella!

Ella chilló emocionada, levantando los brazos en alto para captar la atención de todos. Mientras algunos se quejaban ante la idea, otros aplaudían la oportunidad de pasar un tiempo mientras la Clase 1-A, como el resto de la U.A. Alto, se encontraron encerrados.

Ese mismo día habían llamado a la escuela una amenaza de villanos. Con los maestros pro-héroes patrullando los terrenos, el director Nezu había ordenado a los estudiantes que permanecieran dentro de sus dormitorios por el momento. Es comprensible que los estudiantes del Departamento de Héroes estuvieran ansiosos por ayudar, pero Nezu había insistido en que se quedaran quietos.

Y así fue como te encontraste jugando a Gira la botella. Ashido fue persistente. Nadie tuvo la oportunidad de protestar.

Ashido: Está bien, Y/N!

Dijo que una vez que se movieron los sofás y las sillas para que la Clase 1-A en su totalidad pudiera sentarse en un gran círculo. Puso una botella de coca cola vacía en el centro y luego te sonrió.

Ashido: ¡Tú juegas primero!

Pasaste la botella y rápidamente tomaste asiento nuevamente con el ceño fruncido. Tus esperanzas para este juego no eran altas.

Tus compañeros de clase eran increíblemente atractivos; no había dos formas de evitarlo. Te sorprendió que intentaran ser héroes y no modelos, pero podías decir de todo corazón que solo estabas interesado románticamente en uno de tus compañeros de clase. Las posibilidades de que la botella cayera sobre él eran escasas o nulas.

Por más que intentaste dejar de jugar a Girar la Botella, había insistido Ashido. Así que aquí estabas, atrapado entre Ojiro y Tokoyami, esperando a que se detuviera la botella.

Tokoyami: Nunca se sabe

Murmuró en tu oído, notando el puchero en tu cara.

Tokoyami: La botella aún podría caer sobre Sato.

Y/N: Sshhh

Siseaste, esperando que nadie más hubiera escuchado al pájaro desenmascararte.

Tokoyami era un amigo cercano tuyo y sabía muy bien acerca de tu enamoramiento por Sweets Hero: Sato. No ayudó que él también fuera muy buen amigo de Sato, pero confiaste en el niño pájaro lo suficiente como para ocultarle tu secreto.

Sato pasó desapercibido para la mayoría de tus compañeros de clase, al menos en un sentido romántico. Pero sinceramente, bien, pensaste. No querías que se dieran cuenta de lo que se estaban perdiendo. Tú y Sato pertenecían al mismo círculo de amigos, por lo que llegaste a conocerlo de una manera que nadie más podría hacerlo.

Él fue amable. Muy amable. Como un osito de peluche con un gran oído para escuchar y un suministro interminable de golosinas azucaradas. Él siempre era el primero en sugerir pasar el rato o ir a aventuras grupales, y en más de una ocasión fue Sato quien notó que te sentías deprimido, cancelando sus planes para sentarse contigo y que pudieras hablar de ello hasta bien entrada la noche.

Tokoyami se rió entre dientes con voz profunda, su sonrisa levantó las comisuras de su pico mientras insistías en que se callara, pero luego, cuando la botella se detuvo, hizo un solo ruido.

Kaminari: Ah...

Estabas demasiado ocupado mirando a Tokoyami en silencio para entender lo que había sucedido al principio, pero cuando la sonrisa en el rostro de Tokoyami creció, miraste la botella y luego te diste cuenta de que se había detenido. Miraste hacia donde apuntabo.