Una chica que cayó desmayada en el suelo por sobre explotar su cuerpo de tanto trabajar y estudiar.
Ese mismo día, una misteriosa entidad le dio una nueva oportunidad de hacer su vida nuevamente haciéndole un cuerpo que no envejesca nunca y tener ci...
En los oscuros pasillos de los calabozos del inframundo, más específicamente en el territorio Gremory. Se encontraba la misteriosa mujer recorriendo los pasillos con varios de los guardias muertos con la cadena que tenía en su mano donde esta desapareció en un destello al haber acabado con sus vidas en un parpadeo.
Ella pasaba sus dedos por los barrotes como si los estuviera acariciando con algo de gracia en su voz cantando algo en voz baja.
-¿Mm?.
Ella escucho a alguien estar forzando algo en una de las jaulas qué estaban un poco alejadas de donde estaba.
Al llegar, noto a una joven con unos harapos viejos cubriendo su cuerpo estando encadenada sobre un barrotes pegado a la pared de una de sus muñecas. Es una mujer de aspecto joven, de cabello rubio con reflejos azules, piel blanca y ojos celestes quien estaba forzando la cadena de su muñeca.
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-Maldición, no puedo zafar esta cosa. Ahh. - comento la rubia soltando un suspiro de derrota dejando caer el clip al suelo en señal de que se había rendido. - nunca saldré de aquí.
Ella volvió a soltar un suspiro dejándose caer al suelo siendo su mano lo único que este en el aire por la esposa que tenía puesta.
-Ara~, parece que estas en un pequeño aprieto, niña.
La rubia dirigió su mirada hacia su celda donde miró a una chica de cabellos plateados con ojos violetas mirándola con algo de gracia.
-¿Ah? ¿Quién eres tu para estar aquí?. - comento la rubia con descontento. -¿ oh como llegaste aquí? Se supone que los guardias son demasiado poderosos para que alguien se infiltre.
-Ah si, tan poderosos que ni siquiera cubren su guardia baja debajo de sus pies. - comento la peli plata con gracia mientras se recargaba de espaldas en los barrotes. - dime, ¿te interesa salir de este lugar y ayudarme con algo?.
-¿Eh? ¿Por qué debería confiar en ti?.
-Mira tu muñeca.
A decir eso, la chica rubia miro su muñeca dándose cuenta que ya estaba libre, no supo en que momento la había liberado de su encierro, a lo que ella se levantó sobándosela con su otra mano viendo con algo de desconcertada a la chica delante de ella.
-¿Quién eres en realidad?. - preguntó acercándose a la celda a lo que la mujer río un poco.
-Fu, fu, fu. Alguien con quien quiere acabar con los demonios de este pútrido lugar. - la peli plata le extendió una esfera azul hacia la rubia quien podía sentir un enorme poder emanando de ella.
-¿A dónde quieres llegar?. - preguntaba curiosa tomando la esfera en sus manos.
En eso, la peli plata corto con sus tijeras los barrotes qué estaban reteniendo a la rubia quien salió caminando de su celda donde la misteriosa mujer le sonrió con algo de gracia cruzándose de brazos tirando las tijeras detrás de ella.