Cole.
Mientras caminaba empujando el carrito del súper molestando a mi mamá, pegándole en los talones, nos detuvimos por décima vez para que platicara con alguien que se había encontrado.
Me aburría de esperar a que terminara de hablar, revisé mi celular por unos segundos para ver si tenía algún mensaje de valentino decepcionándome al ver mi bandeja de entrada vacía. Levante la cabeza guardando mi celular en mi bolsa trasera, viendo a una chica rubia llevando el carrito del súper igual que yo, atrás de su madre que hablaba con la mía.
La observe por unos segundos intentando reconocerla, claro, es la chica del cine, la que se tropezó conmigo y no paraba de reír. Tenía el cabello corto hasta la barbilla ligeramente ondulad, como si ella así se lo peinara. Sus ojos cafés y cejas bien perfiladas, con algunas pecas en su rostro y lo que más llamaba la atención su cabello rubio.
Me quede admirándola por unos segundos hasta que se dio cuenta y agache la cabeza, me separe del carrito de compras mientras observaba algunos productos en pasillo, esperando a que mi madre terminara de platicar.
—si planeas sugerir para navidad algo como eso, creo que mejor deberías de no recomendar nada. — hablo acercándose a mi lado mientras señalaba unas sopas instantáneas.
— ¡Oh no! — Negué de inmediato —. No planeo decirle eso a mi mamá. — gire mi cabeza para verla a unos centímetros de mí, de cerca se veía aún más linda. En el cine no puede reconocer bien su rostro, pero ahora lo tenía a centímetros de mí. Sus pecas desprendían un leve brillo, no sé si por maquillaje o por la luz del supermercado.
—entonces miras las sopas instantáneas, ¿por? — en su rostro se formó una leve mueca alzando las comisuras de sus labios.
—por nada, solo quería ver que nuevos niveles de picante hay, cada mes sacan uno nuevo.
—oh... no lo sabía. — se quedó mirando los vasos de sopa en el estante.
—Sí, cada mes sacan un nivel de picante distinto y en estas épocas tiene buenas promociones.
Que carajos estoy diciendo, parezco un adolecente que se pone nervioso cuando una chica se le acerca.
Ella solo sonrió y siguió viendo los demás productos alejándose unos metros de mí.
Me acerque a ella lentamente, sin asustarla.
— ¿te puedo hacer una pregunta? — dije en voz baja sin saber que estaba diciendo, como si no pudiera controlar mi boca.
—Claro.
La mire por unos segundos antes de estar seguro de hablar.
— ¿Nos conocemos? — dije esperando una respuesta. Estaba seguro de que ella era la chica del cine de ayer, pero no sabía si ella me reconocía como el chico que se río de ella y su amiga por tomarse fotos.
Murmuro pensando en mi pregunta.
—Creo que no... Al menos no que yo recuerde. — apretó los labios, para no parecer la mala.
—Oh, yo creí que sí.
— ¿Deberíamos de conocernos? — pregunto algo sorprendida, como si hubiera olvidado algo.
—No... bueno lo decía porque nuestras madres se conocen y llevan hablando unos minutos.
Gire mi cabeza señalando a mi madre, quien ya no estaba ni el carrito del súper al igual que su madre, ¿en qué momento se fueron de este pasillo?
Los dos nos quedamos en silencio viendo el pasillo solo, para luego mirarnos confundidos.
—Ya no están... — murmuro afirmando.
— ¿Cuándo es que se fueron de aquí? — pregunte sorprendido, cambiando a un extremo del pasillo.
Ella sin pensarlo saco su teléfono marcándole a su madre, para saber en qué pasillo esta y alcanzarla. Yo en cambio me quede por unos segundos inmóvil, pensando que pasillo estaría mi mamá, ¿por qué mi madre nunca carga con su celular? Sería más fácil encontrarla.
—Están en el área de frutas. — se acercó a mí, con una sonrisa.
Asentí con la cabeza siguiéndola al área de frutas, mientras caminaba detrás de ella, notaba como su cabello se balanceaba ligeramente de la parte de atrás por encima de sus hombros.
Al llegar con nuestras madres que seguían hablando y haciendo las compras, la verdad es que no sabía que decir o si debía o no sacarle platica, al final no la conocía ni ella a mí. Pero había algo en ella que hacía que no pudiera dejar de verla, era una belleza extraña, no me refiero a que es fea y dices que es linda para no lastimar a la persona, no, ella realmente es linda.
Nos mantuvimos callados algunos minutos, realmente no habíamos hablado de nada interesante como para seguir hablando.
Ella hablaba con su madre mientras escogían fruta, no podía oír de qué hablaban pero no parecía importante.
—Cole, ven. — llamo mi madre tomando demasiada fruta entre sus brazos.
Me acerque a mi madre de manera rápida para ayudarle a cargar las cosas.
—Mamá, ¿por qué tanta fruta? Solo somos tres personas. — tome las manzanas metiéndolas en una bolsa de tela.
—Vamos a celebrar navidad con unos amigos.
— ¿Amigos? Pensé que solo seriamos papá tú y yo, como todos los años.
Mi madre comenzó a medio explicarme quienes eran los que iban a ir, pero no le entendí por la manera en que hablaba de un lado a otro.
Mi madre se acercó de nuevo a la madre de esa chica, que por cierto no se me su nombre aun.
—Entonces nos vemos el 24 y 25, sofí. — se despidió mi madre de la mujer y de la chica con una sonrisa.
Seguí a mi madre alcanzándola, sin saber de qué hablaba.
—Mamá, ¿Cómo que se van a ver el 24 y 25?, que no se supone que vamos a tener visitas... — murmure alcanzando a mi mamá empujando el carrito.
—Por eso, Cole, ellas serán nuestras visitas.
Me quede callado tratando de comprender de lo que hablaba, ¿ellas?, son nuestras visitas de navidad... no me molesta, pero, ¿se supone que voy a tener que volver a esa chica otra vez? ¿Eso es bueno o malo? No lo sé.
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La navidad perfecta.
RomanceCole él chico que rápidamente siempre se enamora y lo hace profundamente, tal vez encuentra un amor en navidad o algo similar.