capitulo 2.

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Cole.

Vaya mierda de día, mi mejor amigo no pude acompañarme al cine a ver mi película favorita, esos son amigos.

Parezco estúpido aquí parado solo pidiendo un solo boleto para la película, todos vienen en pareja o con sus amigo y yo solo...

En la sala de cine fui uno de los primeros en entrar y tomar mi lugar, unos minutos después cuando la película ya había comenzado hace veinte minutos  entraron dos chicas a la sala haciendo ruido con murmullos, una de esta e tropezó con mis piernas a punto de caer entre mi asiento y el asiento de abajo. 

La sujete de un brazo intentando que no cayera.

         —Lo siento... — se disculpó en voz baja apenada.

         —No hay problema. — sacudí la cabeza, soltándola del brazo para que pudiera llegar a su asiento.

La película avanzaba y esa misma chica junto con su amiga no paraban de reírse intentando hacerlo en voz baja, todos a su alrededor se les quedaban viendo como si fueran las personas más irritantes del mundo.  Parecía que entre ellas se contaban chistes que solo ellas entendían de la película, no pude evitar mirarlas de vez en cuando ya sea por el ruido que hacían o por simple curiosidad.

La chica de cabello negro sentada a la izquierda parecía estar más callada que la chica a su derecha.  No lograba distinguir bien su rostro por la poca luz que había, pero veía como se reía y sonreía en muchas escenas de la película.

Si yo amaba esa película ella la amaba al triple o más, cada cinco minutos sonreía como si viera la película más romántica o algo así, pero solo veíamos mi pobre angelito uno. No podía dejar de mirarla por alguna razón cada cierto tiempo hasta que termino la película y las luces se encendieron.

Voltee lo más rápido que puede para distinguir su rostro de entre todos los demás, ella junto a su amiga no se levantaron de inmediato de sus lugares, al contrario una de estas saco su celular y comenzaron a tomarse fotos al lazar. No puede evitar reírme al ver que la chica de cabello rubio hacia una mueca imitando a Kevin de la película.

Ambas me voltearon a ver sorprendidas o asustadas, no lo sé, pero me miraron durante unos segundos.

Me levante de mi asiento rápido apenado sin decir nada y salí de la sala del cine, mientras iba bajando las escaleras de local, no puede evitar reír recordando la escena de dos chicas tomándose fotos. 

Afuera del cine estaba mi mejor amigo esperándome, disculpándose por no haberme acompañado.

         — ¿Qué tal la película? — Valentino mi mejor amigo se apoyó sobre mie hombro, preguntándome.

         —Solo vi la mitad de la película. — sonreí empujándolo.

         — ¿Qué? ¿Cómo por qué? — me miro sorprendido.

         —Porque la otra mitad de la película me la pasé viendo a dos chicas que no se callaban. — sonreí recordando a esas dos chicas.

         — ¡Agh! Debió ser un horror. — murmuro quejándose.

         —No tanto, no me molestaban, se reían cada cinco minutos, pero no era molesto para mí. — empecé a caminar adelantándome.

         — ¡Oye! ¿Qué quieres decir? ¿Qué no eran molestas para ti? Eso que significa... — hizo una pausa deteniéndome — No me digas que una de esas te gusto y ya vas a andar de novio de nuevo. —apoyo sus manos sobre mis dos hombros viéndome a la cara.

         —No digas tonterías, valentino. — proteste, empujándolo.

         —Te recuerdo que la última vez no salió bien, te dejaron con el corazón en las manos. — se burló de mi recordándome lo patético que había quedado el año pasado.   

         —Eso no paso, Valentino. Así no fueron las coas... — dije en voz baja recordando que si había quedado como un idiota.

         —Claro, lo que digas... — se burló de mí riendo. 

Paso ese día y finalmente era 20 de diciembre, mi madre comenzó a planear y hacer las compras para navidad, tenía que acompañarla al supermercado y ser el que no tiene voz ni voto para elegir algo porque según tengo mal gusto y lo podría arruinar.  Solo servía para cargar las bolsas de compras y ser un buen hijo.

  Solo servía para cargar las bolsas de compras y ser un buen hijo

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