O20.

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Ambas recostadas, Jiwon sobre el pecho de la mayor, dormitaban con el atardecer a sus pies. Luego de charlar un rato y robarse uno que otro beso, Liz se había acostado sobre Rei y el cálido sol la había hecho cerrar los ojos poco a poco.

Seguida de la japonesa, que ahora estaba casi que roncando.

—¡Plancha humana! —gritó una voz a sus espaldas, ninguna la oyó hasta que despertaron cuando sintieron el peso de una persona sobre sus cuerpos y sus corazones casi se detienen del susto.

Gaeul ahora estaba como estrella sobre Jiwon, que a la vez estaba sobre Rei.

A los segundos, ya tenían a sus otras dos amigas, una sobre la otra.

—¡Gaeul! —reprochó Rei, intentando sacarlas de encima para que no le pasara algo a Liz, aunque esta última reía, sin una pizca de queja o dolor.

Una vez todas de pie, Yujin se acercó a ellas.

—¡Hola, Unnies! —el formalismo de Ahn era pura burla—. ¡Vinimos a interrumpir su cita! —movió a Liz del lado de su chica, pegándola a sí misma—. ¿Qué tal es Rei? ¿Segura que quieres estar aquí? Sabes que puedes correr cuando quieras, yo la distraeré. —usó una falsa preocupación en su tono de voz, pasando sus manos por la frente de la más bajita, como revisando que todo estuviera bien en ella. Sólo quería molestar a la pelirosa.

—¡Oye, dame a mi novia!

—¡¿Novia?! —tres chicas gritaron, dos se sonrojaron.

—¡Dios, Jiwon, ¿por qué aceptaste eso?!

Rei fulminó con la mirada a la más baja mientras se volvía a pegar a su gatita, rodeándola melosa.

—No es mi novia aún, pero lo será pronto —explicó, besándole la mejilla.

Liz la miró con ojitos esperanzados, contentos.

—¡Dios, son unas cursis! —Gaeul imitó un sonido de arcada y se giró hacia la playa—. Bueno, vamos al agua, ¿no? —preguntó de nueva cuenta.

Antes de que alguna respondiera, Yujin salió corriendo con rapidez.

—¡La última en llegar compra helados para todas!

Las demás reaccionaron, corriendo de igual manera.

En mitad de camino Gaeul ya se había cansado por culpa de sus cortas piernas, así que Wonyoung la tomó en brazos y la cargó, apurando su paso.

Lo que no contaban era que pronto Rei las alcanzaría, seguida de Jiwon.

—¡Gaeul, patéala!

Kim lanzó una patada voladora aún en los brazos de su novia, logrando dar con la espalda de Rei como pudo, haciéndola caer de cara contra la arena. Rieron cómplices, viendo como Jiwon se detenía para ayudarla, tratando de ocultar su risita.

Y en cuanto iban a llegar a la meta, un perrito —que no era Cherubi— se les atravesó, botándolas a ambas. Naoi, en el piso y aún sintiendo los granitos de arena en su boca, no pudo evitar carcajear fuertemente, al igual que Liz y Yujin, quien ya había llegado a la meta, pero sus escandalosas risas se oían desde allí.

—¡Jang Wonyoung, eres una idiota!

El minion se había enojado.

Hora de correr.

Hora de correr

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poto + luna = liz   ᯓ   𝗹𝗶𝘇𝗿𝗲𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora