LA ÚLTIMA ESPECIE

CAPITULO ll

- Se reportó otro asesinato en el bosque negro. Esta vez fueros una mujer y dos hombres.

- ¿Civiles?

- La mujer sí, pero los otros dos eran mercenarios.

Los días pasaban y las tareas acumuladas estaban disminuyendo, pero los reportes de asesinatos estaban aumentando. Lo peor es que este no es mi trabajo. Soy un oficial supremo graduado con honores y mano derecha del rey. Dirijo el ejército más grande del reino, ganador de incontables guerras. Pero ahora estoy acá… como secretario del rey.

(SUSPIRO) 

- ¿Es el último reporte? – dije, ya cansado de mi día y de mi vida.

- ¡eso es todo comandante supremo Law!

- Bueno, ya puedes retirarte.

Solo escuche el cierre de la puerta, mi vista nunca se apartó de los papeles que tenía en mis manos. Ya es la novena muerte de la semana, el rey si que se estaba divirtiendo.

(SUSPIRO)

- ¿Vas a seguir suspirando?

- HAAAAAA!- si sentía que mi vida se estaba acabando con este susto volví a nacer.

- ¿El rey ya volvió?

- Oficial John. Usted es uno de mis mejores oficiales, pero…no voy a dudar en matarlo si interrumpe de esa forma. – el enojo de mi rostro era evidente y lo note con el efecto que le cause.

- Su amenaza me puso la piel de gallina. - lo dijo mientras se frotaba con su mano, sus brazos.

- ¿En qué momento entraste?

- ¿Cuándo suspiro por primera vez?

- ¡Eso fue cuando entró el secretario Min!

- Tu vejez está matando tus sentidos.

- El rey es el que me está matando. - suspire mientras dejaba caer mi cabeza en el escritorio.

- ¿Y?, ¿Cuándo vuelve?

- Ya sabes que el rey no dice mucho. Su espada habla más que él.

- ¿Y si esta vez no vuelve?

El rey es una persona muy solitaria y no lo culpo, desde muy joven sufrió la dura realidad de que tenía padres ausentes. Con tan solo 9 años mato a todos los sucesores de la corona para así quedarse como único en la línea. Era el más joven de los hijos del rey y de su concubina traída de otro reino. Mas especifico, su madre era una esclava forzada a casarse después de que su reino fuese invadido. Por suerte, su belleza la hizo una de las preferidas del rey, tanto así que el mismo declaro, “tú me darás al hijo perfecto”. Pero se acabó cuando nació nuestro principe, un niño débil con incontables marcas en el cuerpo, sus ojos y cabello eran negro como la noche. El doctor al verlo reaccionó de la misma manera que todos, la expresión de sus rostros era del mismo terror como si hubieran visto a un monstruo. Al presenciar esto, el rey se decepciono mucho de cómo acabo todo, la mujer que espero mucho termino siendo una inútil muriendo a dar a luz un niño que moriría pronto por su débil cuerpo. Todos eran una herramienta para el antiguo rey que solo buscaba un hijo perfecto del cual heredara el poder de un lobo dominante. La niñez de nuestro príncipe la conozco muy bien porque tanto John como yo éramos sus fieles guardias, capaces de soportar las terribles acciones que aquel niño cometería. De escaparse al bosque maldito días y noches a lograr aparecer cubierto de sangre puesto de cabeza al reino.
Capaz esa dura infancia fue crucial para formar lo que hoy en día es el rey, el ultimo lobo dominante. Con un suspiro volví de esos antiguos recuerdos. -Antes de la luna llena. volverá.

                                °°°°

- ¿No es hermoso el día de hoy, señor rana? Mi mama siempre decía que, si encontraba algo bonito del cual puedas admirar, siempre serias feliz. - Mis padres fallecieron cuando tenía tan solo 8 años a pesar de su madura edad, ellos me enseñaron lo necesario “para poder sobrevivir”. No soy su hijo verdadero, pero me dieron mucho amor mientras podían.
- ¿Qué nos espera el día de hoy, señor rana?