" EP 3 "

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Los gemidos se oían por todo el piso, haciendo que las sirvientas que dejaban comida se sonrojaran al escucharlos. Las estocadas hacían mover la cama una y otra vez contra la pared. Félix llevo sus brazos a los hombros del alfa, apoyandolos ahí. Mientras sus orbitas salían de sus ojos debido al placer, Hyunjin no hacía más que complacerse y complacer a su omega. Las fuertes embestidas sacaban gritos de lujuria de ambos, esparciendo sus feromonas de celo por todo el cuarto. El sonido de “plop” se escuchaba todo el tiempo, mientras el miembro de Hyunjin destrozaba la pobre y virgen entrada del rubio. Los chupones, rojos, se esparcían por todo su cuello, bajando hasta su pecho. Su cabello desordenado, sus ojos llenos de lágrimas, su boca jadeante, sus mejillas rojas, estaba hecho un desastre.

Alfa~

El otro gruño ante el provocativo llamado, y se escondió en el cuello del omega, de donde salían sus dulces feromonas. Seguía embistiendo, un poco más lento que antes. Llevo sus labios a los del chico, y los unió en un beso lujurioso. Acarició el rostro del Lee mientras observaba sus bellos ojos contraerse ante el placer, sonrió.

Dulce omega, mío.

Beso por última vez al chico, llevo sus manos a los suaves muslos del omega. Antes de poder seguir haciendo el amor con “su omega”, una chillante voz llego a su oído, haciendo que sus instintos salieran y cubriera al rubio con sábanas, luego gruño a la persona que se mostraba en la puerta. Ante él, se hayaba la mujer más odiosa que conocía, su “prometida”, o así se hacía llamar la omega. Cuando tenían dieciséis años, sus padres hablaron de un posible matrimonio entre ellos, pero nunca quedo en nada, viendose como una simple discusión sin desenlace. Ellos no estaban comprometidos pero la chica nunca había olvidado esa conversación y desde secundaria tenía esa errónea idea en la cabeza, soñando ser la futura señora Hwang algún día, cosa que nunca sucedería pero como dicen, “un terco siempre será terco, sin importar cuantas veces le expliques”. Aunque él había hablado con ella, su idea jamás se esfumo, ese matrimonio fantasma seguía en su mente, a pesar de que sus propios padres la llevaban a fiestas para conseguirle un esposo, rechazaba a todos, alegando ser la futura señora de Hyunjin Hwang, diciendo que su mano ya estaba tomada, y más idioteces así. La omega miraba todo con una gran furia contenida, “su futuro esposo” estaba abrazando a otro, cuando a ella ni siquiera la dejaba estar cerca. Entro en la habitación gritando como una loca, o más bien, gritando como la loca que es.

—Hyunjinnie, no puedo creer que me estes engañado antes de nuestra boda, y con un don nadie. Eso es más desagradable, le diré esto a mi padre y pediré que adelanten nuestro casamiento, cuanto menos tiempo quede, menos omegas podrán robarme a MI esposo. Hazme el favor y saca a ese sucio omega de nuestra cama, no lo quiero ahí.

Ante el insulto a su omega, Hyunjin gruño. Se levantó de la cama, dispuesto a enfrentar a la psicópata chica. Se acerco a ella, poco importandole estar desnudo, la agarro del cuello, alzandola en el aire.

— Escuchame, pequeña perra, te e soportado mucho tiempo, pero ahora ya tengo a mi omega. No me importa lo que le digas a tu adorado papi, pero metete eso en tu cabeza llena de mierda, nunca me casaría con una omega tan repugnante como tú.

Ese insulto sono en la cabeza del omega, quien luchaba por respirar bien debido al agarre del mayor. Pequeñas lágrimas salieron de su rostro.

— No es cierto, tú me amas...no, no, no. Estamos destinados a estar juntos, no puedes dejarme por ese omega, no lo permitiré!

Su agarre se apreto en el cuello de la omega, intentándo controlarse y no estrangularla ahí mismo.

— No te amo, grabatelo. Para mi, no eres más que una omega entre muchas más omegas. A quien amo en verdad, es a mi omega. No a ti, sabes? Decearía que en aquel accidente, hubieras muerto tú, y no mi amigo.

La omega abrió sus ojos llenos de lágrimas, al recordar ese día donde el odio del alfa hacía ella nació. Títubeo un pequeño “no, no puedes decirme eso” antes de desmallarse debido al poco aire que entraba a su cuerpo. Hyunjin gruño y la tiro al suelo, mientras veía a sus nerviosos guardaespaldas.

— Ella no tiene permitido entrar, si la veo aquí adentro, sus cabezas rodaran.

Sus guardias se la llevaron, luego de un “si, jefe” ante su orden. Volteo al ver a su omega, quien por el susto había salido de su celo y estaba temblando en la cama. Suspiro, cuando lo vio esconderse entre las mantas, si no fuera por esa creída, podría haber seguido siendo uno con su omega.

“Esto será más difícil de lo que creí”

Pensó para si, cuando su rubio se aparto de su lado al intentar acariciarlo.

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Changbin dio un pequeño gruñido ante el alfa delante. Para él, fue un gruñido de advertencia, para Jeongin, fue un adorable gruñido. Sonrió, y beso descaradamente la mano del omega tras un :

— Quieres que te lleve, bebé?

Un leve sonrojo se presentó ante el usual apodo del alfa para él, “Bebé”. Negó y camino rápidamente hacía la derecha, yendo hacía una rústica panadería. El alfa lo siguió como siempre, cuidando a su pequeño. Cuando llego, Changbin eligió los panes más frescos, sonrío ante el delicioso olor de estos. Jeongin se quedo afuera, satisfecho al ver la sonrisita de su bebé, su cejo se frunció, cuando un joven alfa se acerco a Changbin, soltando leves feromonas de coqueteo.

— Hola, pequeño, qué hace un omega tan bonito aquí? Te perdiste, bebé?

Entro a la panadería, dispuesto a partirle la cara. Freno al ver a su bebé abofeteando al joven, lo que grito Changbin luego, agito su ya enamorado corazón.

— Quién te crees que eres para llamarme de forma tan íntima? Solo hay un estúpido alfa que puede llamarme así, y ese es el tonto parado en la puerta con cabello rubio.

Dijo, señalando a Jeongin. El pobre corazón del alfa hacía “tum tum” de manera rápida, al igual que el corazoncito del omega, quien se preguntaba de donde había sacado el coraje para decir eso. Se dio la vuelta y miro a Jeongin.

— Y tú, no piensas acompañar a tu futuro novio a casa? O ya te has dado por vencido, tonto?

Changbin sonrío al ver los ojos del alfa brillando tras haber dicho eso. Camino hasta su casa, siendo seguido por un alfa que agitaba su cola imaginaria. Al llegar se dio la vuelta y se despidió del menor.

— Hasta luego, tonto y bonito alfa acosador.

Entro a su casa, dejando a un Jeongin sonrojado y con su corazón a punto de explotar. Sonrió, el omega le estaba dando una oportunidad, ya no hacía falta su plan de secuestrarlo y llevarlo con él a Inglaterra para enamorarlo o esperar que a su bebé le diera “Síndrome de Estocolmo”. Camino hasta su auto, sonriendo como un bobo. Changbin sonrió mirandolo por la ventana, luego fue a la cocina y empezó a hacer una tarta de manzana. “Adorable alfa bobo”, pensó mientras cocinaba y soltó una leve risita. Decidió prender la televisión, solo para ver las malas noticias de siempre, “un hombre fue asesinado”, “un autobús escolar se incendio”, “el polo norte sigue derritiendose cada vez más”. Suspiro y cambio el canal a uno de dibujos animados, al menos viendo Tom&Jerry no vería tragedias más que la del pobre gato intentando cazar al roedor. Cuando termino la tarta, la coloco en el horno y decidió tomarse un descanso. Se sentó en el sofa para ver la TV, dando pequeñas risitas ante las desgracias del pobre minino y la suerte del ratoncito. Al menos, no todo era tan malo... Por ahora.

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