Capítulo 29

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Yuuji abre sus ojos, había soñado con su sensei y su corazón latía salvajemente recordando la noche anterior, ¿cómo iba a concentrarse hoy en esas clases? Bueno, no es como si las otras veces se hubiera concentrado, pero ahora no podía sacar de su cabeza a Gojo-sensei. Se acostó en su cama mirando al techo, luego volvió a girarse con sus ojos cerrados con una sonrisa tonta en sus labios recordando.

Cuando vuelve a abrir los ojos observa una mancha en su cama, es roja, de hecho, hay varias manchas y ese lado de la cama pareciera que alguien hubiera estado acostado, ¿tal vez fue él mismo? Imposible.

Yuuji se levanta y retira las sábanas, mejor las lleva a que las laven antes de que su madre se de cuenta y se preocupe, aunque ni él mismo sabe de donde salieron. No quiere pensar que sea su propia sangre, lleva las sábanas al lavadero y regresa a su habitación para examinar su cuerpo, todo estaba bien, no estaba herido. ¿Acaso fue Sukuna tendiéndole una especie de trampa? Yuuji decide prepararse para ir a esas clases del sábado y luego baja a desayunar.

Su padre está tomando un vaso con leche caliente mientras ve las noticias en su celular, mencionan sobre un hombre desaparecido y un indigente que fue golpeado por un grupo de pandilleros.

"Esta ciudad cada vez se vuelve más insegura" menciona Jin.

Yuuji ya estaba desayunando, y en ese momento Sukuna entra a la cocina.

"Buenos días" saluda a su padre, Jin le devuelve el saludo.

"¿Descansaste bien? Anoche llegaste tarde, ¿verdad?" Pregunta Jin.

Sukuna solo asiente, se sirve algo de comer y se sienta al lado de Yuuji.

"¿Dónde está mamá?"

"Salió a caminar, no debe tardar en llegar"

"Necesito hablar con ella sobre cierto desobediente, así que volveré enseguida"

Yuuji no dice nada, solo se centra en comer, en estos momentos no le importa qué tiene Sukuna para decirle a su madre, ¿otra vez con lo de desobediente? Debería enfrentarlo delante de su padre, actualmente tiene a Gojo-sensei que lo defenderá de alguien como él, no debería temer, su madre también lo apoyaría, ¿por qué debería dudar?

Después de desayunar, Sukuna lleva a Yuuji a la escuela. Yuuji solo miraba la ventana y a veces se le escapaban suspiros, quiere ver a Gojo-sensei, quiere estar con él.

Sukuna condujo con la pesadez en sus ojos, se siente cansado y con sueño, después de todo la noche anterior se descontroló un poquito, recuerda claramente lo que hizo, a pesar del alcohol, no es eso lo que lo impulsó a hacer lo que hizo, simplemente estaba siendo él mismo.

Miró por un momento al mocoso, tenía una sonrisa estúpida en sus labios, ¿quién le dijo que puede sonreír así? Frunce el ceño con ganas de agarrar su cabeza y golpearla contra la ventana, la noche anterior llegó tarde a casa y sabe que fue Satoru quien lo trajo, conociendo las intenciones del albino está seguro que algo pasó y pensarlo le genera repulsión, ya no puede perder tiempo ni permitir que ese sujeto avance más, ha sido paciente porque quería que el mismo Satoru se destruyera a sí mismo

Inicialmente quería delatarlo con las pruebas que Mahito le ha dado, pero ahora es diferente, desde que el mismo Satoru no tuvo reparos en admitir sus intenciones puede ver que no va a rendirse tan fácilmente así que va a destruirlo él mismo. Ni siquiera Kenjaku pudo hacer algo al respecto, bueno, no es como si le hubiera tenido fe, solo le pidió aquello porque vio la oportunidad cuando atacó al mocoso.

Sukuna no conoce la situación del tal Suguru Geto con Satoru, solo sabe que es un punto débil, quería usar esto a su favor pero no contaba con que Kenjaku realmente no sabía nada de su propio gemelo, al final Kenjaku fue inútil.

DOMINIO OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora