No debería sentir y tampoco quiero, quiero arrancarme mis sentimientos, quiero olvidarlos. Quisiera encontrar una cura para esto, pero no la encuentro. Muchos dicen que ya va a pasar que al tiempo uno tiempo le debe dar, pero no tengo tiempo, a vece...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estaba sola.
Lena solo estaba sola.
Que ironía, mi hermano se había ido, Leia también e incluso Luke, R2 tampoco estaba, nadie estaba. Y yo solo podía sentir, Obi-wan había muerto, mi maestro había muerto y yo no podía soportarlo, mis sentimientos se habían salido de control y no los podía controlar, mis mejillas estaban mojadas de las lágrimas que se me salían de mis ojos, las heridas que tenía dolían más de lo que deberían y mi corazón se apretaba cada vez más, mi maestro estaba muerto y yo no lo pude ayudar, mi amigo, mi cuidador ya no estaba acá y yo no sabía qué hacer.
Mis sollozos empezaron a escucharse en el planeta desconocido en el que me encontraba, era de pura arena, por lo tanto, cada vez que esta pasaba por mis heridas, ardían. Haciendo que mis sollozos y lágrimas sean más fuertes, el dolor físico y emocional era muy grande.
Mis respiraciones se volvieron erráticas, el aire que entraba era cada vez menos, mi corazón me dolía cada vez más, era como si me lo estuvieran apretando con una mano esperando que muriera de dolor, mis manos llenas de heridas temblaban y sangraban, mis ojos rojos por la arena y por mis lágrimas, no podían parar de mirar todo con terror, mi amado pelo blanco lleno de sangre propia se me pegaba al rostro agobiándome más.
Estaba tan aterrada y triste que gritos salieron de mí, los gritos que no pudieron salir nunca ahora lo hacían, estaba desesperada, no podía respirar bien y mi corazón cada vez dolía más, mis gritos no paraban ni, aunque me doliera darlos, me caí al suelo y todo dolió más, aprete la arena en mis manos esperando consuelo, pero lo único que me dio fue dolor, las pequeñas partículas se metían en mis heridas, pero no pude evitar de apretar, todo mi alrededor giró y sentí la fuerza volverse agresiva y apretarme casi dañándome mortalmente, grité más fuerte por el dolor que sentía y por lo que estaba pasando.
Pero de repente todo paro, podía ver con normalidad, ya no estaba todo girando, aunque todavía sentía la fuerza apretándome ya no era de una manera dolorosa más bien reconfortante.
Me iba a parar de no ser por la sacudida de la arena y el viento abrumador, el ruido molesto de una bajada de una nave me puso alerta, pero cuando pude ver la nave, me asombre era de la república.... pero no podía ser, la republica estaba muerta.
