cap 1

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Lisandra  garvier.

Mis ojos recorrían toda la habitación mientras miraba como todos mis invitados tomaban vino y charlaban unos con otros.

—Te ves divina— susurra Pablo cerca de mi oído, haciendo que me sobresalté un poco.

—gracias— respondo mientras trato de volver a mi postura.

Ignorando el hecho de que mi prometido está casi encima de mi, comienzo a caminar entre las mesas.

Mis zapatillas median más de diez centímetros mientras mi espalda recta, hacia que me viera más imponente.

Eso es lo que me decían,   a un que el motivo  del porque lo hacía es porque de pequeña me la pasaba viendo seriamenes de belleza ahnelando ser una de ellas, por eso no me permitía  ser imperfecta.

—Atención a todos.—  me para en el centro de la pista con una copa  de vino mientras todos alrededor me miraban con la frialdad en sus ojos.

Tomo una corta respiración hasta que el momento de hablar llego.

—El motivo de esta reunión , no es nada bueno.— comienzo diciendo, mientras espero que mi mente se despeja para poder hablar con fluidez, tenía que tener cuidado con lo que decía ya que si llegaba a fallar podrían fácilmente acomodarme un tiro en la cabeza.

—Como bien saben algunos, tal vez otros no.— respiró —  es que tenemos un intruso.

Los murmullos comenzaron entre los presente, mientras algunos se acomodaban los sacos otros colocaban su copa de vino sobre la mesa, señal de que tenía su atención.

—Hasta el momento  sabemos , — alzo una ceja— El está  desviando nuestra mercancía y incluso haciendo que nuestros hombres la pierdan.— trato de hablar fuerte hasta que la garganta me comienza a picar.— ha habido varios muertos en los cuales nos están involucrando. — una sonrisa sínica se forma en mis labios.—

—hay que destruirlo — inquiere hombre alto con lentes oscuros.

—si, hay que hacerlo pagar.— apoyan varios al su dicho.

Por que tenerlo de enemigo cuando puede hacerse socio, analizo la situación, mientras todos a mi alrededor planean una trampa para hacerlo caer.

—No — grito, tomando el centró de atención de todos. —  no podemos acabar con el, tenemos que traerlo a nuestro lado, el puede ser de mucha ayuda.

—     ¿ Como se supone que aremos eso?  —  la voz de Pablo volvió hacer acto de presencia en mis pensamientos.

Lo volteo a ver con indiferencia , mientras dudaba de mis capacidades.

—     Voy a hacer lo que sea convincente, para no alterar a los otros carteles, hemos tardado mucho tiempo en tomar nuestras rutas, para que parezca uno y lo mandé a la mierda todo!. — cruzo los brazos con resignación.

Me giro hacia el, para quedar frente a frente solo para tomarme con un rostro lleno de duda y confusión.

—¿ Crees que alguien que llegó de la nada y por lo que se, muy fácil mente se está apropiando de las rutas por las cuales trabajaron años, va querer trabajar con Tigo cuando le está quedando todo fácil?—. Inquiere alzando una ceja .

Me quedo viendo mientras, que en mi cabeza pasa solo una cosa.

“ El tiene razón”

En qué estaremos fallando, para que se le esté facilitando todo.

Hemos trabajado tan duro par marcar nuestro territorio, y de la nada se Eche todo a perder.— aprieto mis puños, mientras trato de mantener  la postura.

suspiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora