Alana Spencer-Louise

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1970

La vida es muy dura para una chica de 17 años.

Tener que ser educada en casa, seguir las reglas de una niñera, vivir bajo la sombra de una perfecta hermana mayor y llevar un poderoso apellido en la espalda desde, prácticamente, el día de mi nacimiento.


Está bien, lo admito, quizá mi vida no es muy complicada del todo. Pero siempre hay un precio que pagar, verdad?

No puedo quejarme del todo. Conozco mis privilegios.

Mis antepasados fueron amistades cercanas a la Reina Victoria a tal punto que vivo en una heredada casa que algún día perteneció al Conde de Liverpool.

Mi infancia fue agradable y tranquila, pues siempre estuve de la mano de mi niñera, Felicia. Mamá andaba muy ocupada organizando eventos benéficos y bailes entre toda la alta sociedad de Inglaterra. Supongo que por eso me dice que el día que me case, podré elegir mi propia niñera para mis hijos.

Papá por otro lado, pertenece a la cámara de los lores y es el mejor padre que pude tener. Creo que amo mucho eso, es diferente a mamá y aunque me llevo bien con ambos, que quede en secreto que mi favorito es papá. Es atento, divertido y muy fiel a sus valores.

Él confía en que algún día seré una gran mujer. Ir a Cambridge y estudiar para ser una gran abogada dentro del Parlamento o quién sabe, según él, la Primera Ministra.

Pues la modernidad de hoy, es que las mujeres ya pueden hacer mucho más que solo usar vestidos y buscarse esposo.

Nada mal para ser de la generación de los 70's.

Mamá por el contrario, solo espera que no arruine otra visita con algún hijo de nuestra, como ella ama decir, altura y clase social. Su mayor mérito, creo, es verme casada como mi perfecta hermana, Casandra.

Casandra, es mi hermana mayor y para nadie es un secreto que es la favorita de mamá, siempre fiel a sus consejos, ya escogió niñera para su primogénito en camino. Y aunque vive bien, pues mamá la logró casar con un banquero de sociedad, y este la quiere porque es perfecta, no puedo evitar sentir cierta lástima por ella, pues en el fondo, ella soñaba con ir Oxford.

Supongo que a veces no tenemos lo que queremos.

Y bueno, yo, Alana Spencer-Louise, por el momento solo tengo 17, voy al internado de mujeres y estoy próxima a graduarme, el próximo año iré a Cambridge, si tan solo me llegara la carta de aceptación.

Pero bueno la fe es lo último que se pierde y yo tengo mi meta muy clara.

No existe nada que hará que sea lo contrario.

Got To Get You Into My Life | Paul McCartneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora