"Mi nombre es Alai y tengo veinticinco años, vivo en la capital de Buenos Aires, Argentina, trabajaba en una pequeña oficina del centro. Mi vida era de más normal, vivía sola en un pequeño departamento y no salía mucho, siempre estaba con mi amiga Stefi a quien conocía desde mi infancia pero ahora todo cambio. El día 27-07-15 todo cambió.
Ese día me levante como todas las mañanas temprano para no llegar tarde al trabajo, no me gustaba ser impuntual, me bañe me puse mi traje que usaba comúnmente para el trabajo y salí para tomar el lleno por demás subterráneo que me dejaba a tres cuadras del gran edificio donde trabajaba.
Llegue temprano como siempre lo hacia, cumplí con mi jornada de trabajo y salí dispuesta a volver a casa pero algo me lo impidió, sentí que alguien tapaba mi boca, un pinchazo en el cuello y luego todo era oscuridad, digna de un tenebroso cielo sin estrellas de una película de terror, pero ninguna película se comparaba con lo que siguió al despertar.
Estoy en lo que parece una fábrica abandonada con los pies atados a una vieja máquina que evita mi huida, mis zapatos, pantalón y saco ya no están, la pequeña libreta que utilizaba en mi trabajo esta a mi lado tirada, hay chicas en la misma situación que yo pero simplemente están ahí acostadas en el frío y sucio suelo con la mirada pérdida y llorando en silencio. No entendía que pasaba hasta que mi peor pesadilla entró por la puerta, un hombre que jamás había visto hasta ese día llego dirigiéndose hasta mi
-Con que tu eres la nueva...nada mal- divago examinándome
-¿Quién eres? ¿Qué hago aquí? ¿Qué es este lugar?-pregunte llorando sin darme cuenta cuando empecé a hacerlo
-Mi niña esto es tu nuevo hogar, estas aquí porque el destino así lo quiso y yo soy tu nuevo jefe- dijo como si fuese lo más normal del mundo
-¿Qué va a...a pasa-arme?- dije entre sollozos
-Vas a hacer felices a muchos hombres- una sonrisa burlona se plantó en su rostro transmitiéndome toda su maldad en ella.
No se cuanto tiempo llevó aquí, nunca veo la luz del sol, pero teniendo en cuenta que mis "clientes" son nocturnos supongo unos tres meses.
Mi ropa ya no esta, sólo tengo una remera de hombre unos cinco talles más que el mío, casi no comemos, por las noches nos llevan a otra parte del lugar donde hay pequeños cuartos y ahí nos dejan a espera de nuestra tortura que quizá temimos pero nunca imaginamos que pasaríamos, creó que ya saben donde estoy y que pasa aquí. Durante todo este tiempo estuve hundida en una depresión inmovilizándora pero ya no resisto, hoy al soltarnos para llévanos a los cuartos trataré de escapar, de todas formas no hay tortura peor que esta, si no lo logró y muero estaré en paz, si no puedo hacerlo y alguien lee esto a tiempo por favor díganle a mis padres que los amo y a mi querida Stefi que fue la mejor amiga fiel que cualquier persona pudo tener
-Alai Kustaffson "
-¿Mami por qué lloras?- la voz de mi hijita llamó mi atención, deje el diario y alse a upa a la pequeña
-No pasa nada mi amor, mamá se mordió el labio y se lastimó.- Mi pequeña asintió y se fue para seguir jugando y yo volví a poner atención al diario con la fecha 20-01-16 que contaba la triste historia de la chica a la cual encontraron muerta y con una pequeña libreta contando la razón por la cual su vida término así, tan pronto, con cinco disparos en su pecho y uno en la cabeza, pobre alma... Creó que por lo menos ahora esta en paz.
