"La senda que lleva al Paraíso comienza en el Infierno."
~ Dante Alighieri (La Divina Comedia)
- Y, este es el último apartamento - dijo la mujer con una sonrisa amable - Se que no es algo grande y tiene sus detalles. No le mentiré, es lo que queda de aquí.
Sus ojos verdes admiraron la estancia, recorriendo cada rincón del lugar de cabo a rabo. Una mueca satisfactoria se estiro en sus labios bajo su bufanda negra, ciertamente el lugar tenía sus detalles, pero nada que no pudiera arreglarse, sin embargo, el espacio era lo importante y le fue suficiente para ella. Además, ya era muy tarde para seguir buscando. Había recorrido todo Minnesota bajo el vendaval helado de una tormenta avasalladora buscando un lugar para instalarse. Prefería dejarlo ahí y ella misma encargarse del resto. Después se aseguraría de comprar sus primeros muebles.
- Me parece bien - dijo Artemis de forma serena. La mujer le miro asombrada
- ¿Esta segura? - cuestionó la mujer - El de mantenimiento por el momento no se encuentra, podría tardar en volver por asuntos personales y, digamos que la tormenta no ayuda mucho
Artemis asintió. Ciertamente la renta le parecía un precio razonable considerando los detalles que no son nada del otro mundo. Es decir, había que arreglar algunas cosas e instalar otras pero le sería fácil arreglárselas. Sin contar que la ventisca afuera tenía una furia descomunal como nunca antes. No es que le molestará el frío, al contrario, su lugar de origen era incluso más antártico que el problema climático que tenía Minnesota en esos momentos. Estaba acostumbrada a ello, pero el viaje desde España había sido largo, su emoción turística no se quedó solo con el festival de las animas, no, se había tomado la libertad de visitar otros lugares a sus anchas antes de abordar el avión que la llevaría hasta Norteamérica.
- Está bien, haremos esto - dijo la mujer - Normalmente no me presto a las situaciones porque los otros apartamentos no son un problema, pero considerando que ya ha decidido tomar este. Le daré este mes antes de hacer el contrato de renta, de esa forma usted podrá pensarlo mejor. Es decir, ¿Que edad tienes?
- Tengo 25 años - respondió Artemis. La mujer le miro perpleja
- Santo Dios, creí que tenías 18 años - Musito comenzando a sonrojarse - es decir, tu rostro tiene unos rasgos muy finos y casi aniñados que no me di cuenta de ya sabías el... Dios, estoy abriendo la boca de más, perdón
Artemis solto un silbido de diversión al ver el nerviosismo de la mujer morena por arreglar un intento de halago y el posible pensamiento de que por ser joven tendría el típico impulso conformista sin antes probar la calidad de un producto que podría estar caducado y envenenarla. No era una comparativa muy acertada, pero da a entender el punto principal.
- Bueno, mi nombre es Fátima y seré tu casera - se presentó mientras entregaba las llaves del lugar con una sonrisa aperlada. Artemis la miro fijamente estudiando sus facciones de forma sutil.
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Katharsis
ActionArtemis Greywolf es una mujer que ha sido entrenada con fines sanguinarios y ha huido de esa vida para intentar ser alguien aparentemente normal. Pero el mundo que ahora la rodea fuera de sus cuatro paredes es más complicado de lo que parece, con la...