La lluvia azotaba las calles de Yokohama con fuerza, el sonido de las gotas golpeando la carretera era bastante fuerte, pero nada comparado con la furia de Chuuya Nakahara, cuyo temperamento estaba al borde de estallar. Habían fracasado en la misión, una de esas que deberían haber sido simples, pero que por alguna razón siempre terminaban siendo un desastre cuando Dazai Osamu estaba involucrado.
-¡Maldita sea, Dazai! ¡Esto es tu culpa!- gritó Chuuya. Su voz resonaba en el estrecho callejón. Su rostro estaba empapado por la lluvia, pero su furia no disminuía en lo más mínimo.
Dazai, que estaba a su lado, sonrió de manera tranquila, completamente despreocupado por la ira de su compañero. El agua corría por su cabello, pero su expresión no mostraba ni el más mínimo signo de incomodidad.
-¿Mi culpa? Oh, Chuuya, siempre tan dramático- respondió con un tono relajado, casi como si disfrutara la situación.
-La misión no salió como esperábamos, pero fue interesante, ¿no crees?- Le parecía divertida la cara de enojo que tenia Chuuya-
-¡No se trata de si fue interesante o no, idiota! ¡La misión falló porque no pudiste hacer ni una cosa bien!- lo fulminó con la mirada, sus puños apretados, y a pesar de que estaba empapado, su postura reflejaba que aún guardaba la tensión de una pelea a punto de estallar.
Dazai levantó una ceja, observando a Chuuya con una sonrisa irónica, pero esta vez algo en sus ojos cambiaba. -¿Te molesta tanto que haya fallado? Te estás tomando todo esto demasiado en serio, Chuuya - Aunque parecía relajado, había algo más profundo, algo que no era común en él.
-¿En serio?- Chuuya replicó con sarcasmo, dando un paso hacia él, su cara a tan solo unos centímetros de la de Dazai. -¿Acaso te parece que esto es solo un juego? Porque si crees que esto se soluciona con tu maldita sonrisa, estás muy equivocado-
Un silencio incómodo llenó el aire, la lluvia seguía cayendo con fuerza, y ambos se quedaron allí, enfrentándose el uno al otro. La tensión entre ellos era palpable, pero había algo más en sus miradas, algo que no era solo frustración por el fracaso de la misión.
Dazai dio un paso atrás, y su sonrisa, normalmente juguetona, se desvaneció por un instante, dejando al descubierto su vulnerabilidad.
-Lo siento, Chuuya- dijo, su voz más suave, más sincera de lo habitual. -No quería que terminara así. Nunca quise que esto te afectara tanto. -
Lo miró, confundido. ¿Era una disculpa genuina? Después de todo lo que había pasado, las bromas constantes, los engaños, ¿realmente se estaba disculpando? La lluvia caía con fuerza sobre sus rostros, pero él no podía dejar de mirarlo. -¿Y por qué ahora, Dazai?- La pregunta salió de sus labios sin que pudiera evitarlo, y su tono era más bajo, más delicado de lo que quisiera admitir.
-Porque...- Dazai comenzó, vacilante, una de las pocas veces que parecía desorientado y sincero -Porque no quiero que me odies. Porque sé que soy un desastre, pero...- Hizo una pausa, sus ojos demostraban una mezcla de tristeza y algo más. -Porque no quiero perder lo que tenemos -
Chuuya frunció el ceño, sin saber qué pensar.
-Lo que tenemos - Repitió en voz baja, como si esas palabras no tuvieran sentido para él. ¿Qué era eso? ¿Una amistad? ¿Una rivalidad? O algo más complicado que ni siquiera él se atrevía a comprender.
La lluvia seguía cayendo, pero el silencio entre los dos se alargaba.
-No te estoy pidiendo que lo entiendas de inmediato. Solo... quiero que sepas que no me importa lo que pienses de mí. No quiero seguir dañándote- Dazai observó a Chuuya, su sonrisa habitual regresando, aunque más sutil esta vez.
Chuuya lo miró fijamente, sus ojos azules clavados en los de Dazai. Había algo en su voz, algo que rara vez dejaba que otros notaran.
-No sabes lo difícil que es para mí confiar en ti, Dazai. Siempre me haces dudar de todo. De mí mismo-
Dazai no respondió de inmediato. Por un momento, parecía pensar en sus palabras, como si estuviera sopesando qué decir. Al final, solo suspiró y se acercó un paso más.
-No quiero que dudes de ti mismo, Chuuya. No lo hagas - Le importaba Chuuya aunque no lo demostraba. El no sabia que era lo que sentía Chuuya cuando le hacia bromas, pero, ahora que lo sabia, no quería hacerlo sentir así.
Chuuya no pudo evitarlo. -Tú... maldito idiota- murmuró, bajando la mirada, sintiendo una presión en su pecho que no podía explicar. -Deja de hacer esto tan complicado-
Dazai se acercó aún más, deteniéndose a solo unos centímetros de él. -No puedo dejar de hacer cosas complicadas, Chuuya. ¿No me conoces ya lo suficiente?- Y, con una sonrisa irónica, agregó -Pero supongo que soy un buen compañero para las complicaciones, ¿no?-
Un suspiro exasperado escapó de los labios de Chuuya, y, por un momento, todo lo que pudo hacer fue mirarlo. Finalmente, con un gesto casi imperceptible, dio un paso atrás, pero sin separarse demasiado. -Eres un maldito desastre - dijo, aunque la irritación en su voz había disminuido un poco.
-Pero... supongo que no tengo otra opción que seguirte - sonrió-
Dazai sonrió de nuevo, pero esta vez con algo de sinceridad en sus ojos. -Eso es lo que más me gusta escuchar -
-No te hagas ilusiones - Chuuya replicó, aunque su tono ya no era tan tajante. Y, por primera vez en mucho tiempo, los dos compañeros compartieron un breve momento de comprensión silenciosa, mientras la lluvia continuaba cayendo sobre ellos, como si el mundo estuviera limpiando las heridas que ni siquiera ellos sabían que tenían.
Muchos tenemos sentimientos que se nos hacen difícil expresar,
pero, cuando encontramos a la persona correcta
son mas fáciles de soltar.
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Para matar el tiempo, espero les haya gustado.
Bay :)
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Bajo la lluvia de nuestros errores - one shot
FanficTras una misión fallida, Chuuya y Dazai se encuentran atrapados en un callejón en medio de una tormenta. Mientras la lluvia cae, las tensiones entre ellos alcanzan su punto máximo, pero también es el momento donde sus sentimientos empiezan a salir a...