Capítulo 4| propuesta, Eres mia, Celos

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(Maire entra en la casa después de una mañana de compras con Claudia. Se ve algo cansada, con algunas bolsas, pero la mayoría son casi vacías. Eilish está sentada en el sofá, observándola con una mirada penetrante.)

Eilish: (levanta la vista de su teléfono, su tono ya algo acusador)
—¿Qué compraste? Porque las bolsas no dicen mucho, Maire. (su voz es calmada, pero hay algo en ella que marca que no está contenta)

Maire: (baja la cabeza, tocando una de las bolsas, nerviosa)
—No compré mucho... solo unas cositas. (se encoge de hombros, tratando de evitar la mirada de Eilish)
Es solo que... con Claudia me sentí un poco... rara. No quería gastar demasiado. Me dio pena... No quería que pensara que estaba abusando de ti.

Eilish: (se levanta lentamente, la mirada se hace más intensa a medida que se acerca)
—¿Pena? (su voz se va volviendo más baja, como si estuviera analizando cada palabra de Maire)
Maire, ¿te sientes incómoda de que yo te cuide? (se detiene frente a ella, su tono ahora más serio)
¿Te da vergüenza que yo te dé todo lo que necesitas, todo lo que quieres? Porque eso es lo que me molesta. No me gusta que te sientas mal por lo que hago por ti.

Maire: (mira las bolsas, jugueteando con ellas)
—Es solo que no quiero... no quiero que pienses que soy solo una carga para ti, Eilish. Me molesta, me hace sentir pequeña... y no quiero que lo tomes a mal. No quiero que sientas que solo estoy aquí porque tú me mantienes.

Eilish: (la toma suavemente por la barbilla, levantando su rostro, obligándola a mirarla)
—¿Una carga? No quiero que lo veas así, Maire. ¿Qué tal si te dijera que eso es precisamente lo que quiero? (su voz se suaviza un poco, pero hay algo oscuro en sus ojos)
Quiero que seas mía, que me dejes darte todo. Que no tengas que preocuparte por nada más. Pero si sigues sintiéndote mal, si piensas que esto no es lo que realmente deseas... entonces vamos a tener un problema.

Maire: (se siente más nerviosa, pero no puede evitar la atracción que siente)
—No quiero que pienses que no te aprecio, que no me importa todo lo que haces por mí. Solo... no quiero parecer una persona... superficial. O peor, una persona que no sabe cuidar de sí misma.

Eilish: (sonríe, pero la sonrisa no es completamente cálida, más bien una mezcla de satisfacción y control)
—Sabes que no es así, Maire. Y no te preocupes por ser superficial... (acerca su rostro al de ella, susurrando)
De hecho, eso es exactamente lo que me gusta de ti. Eres perfecta para lo que quiero ofrecerte. (pausa)
Y lo que quiero ofrecerte no es solo dinero. Es todo. No es solo mantenerte, es cuidarte, consentirte, hacer que vivas sin preocuparte por nada. (su tono se vuelve más firme)
Y si alguna vez te sientes incómoda por aceptar todo esto... tal vez debas reconsiderarlo. Porque lo que te ofrezco no es algo que debas rechazar.

Maire: (siente un nudo en el estómago, mezcla de miedo y emoción)
—No quiero rechazarlo. Pero a veces me siento... fuera de lugar. Como si no mereciera todo lo que haces por mí, Eilish. Me da miedo que eso te moleste, que pienses que solo soy... una mujer que busca tu dinero.

Eilish: (acaricia su mejilla con suavidad, pero hay un toque posesivo en su gesto)
—Eso es lo que no entiendes. No se trata solo del dinero, Maire. (sonríe, casi con diversión)
Si eso fuera todo, no me importaría lo que pienses. Pero lo que yo quiero es que seas mía de la manera en que solo tú puedes serlo. (la observa fijamente)
Y si alguna vez vuelves a sentirte mal por aceptarlo, si alguna vez sientes que te estoy controlando, lo voy a recordar de la única forma que sé... te haré necesitarlo más de lo que crees.

Maire: (traga saliva, la mirada de Eilish la atrapa por completo)
—Lo sé, Eilish. No quiero que eso pase, pero... a veces no sé cómo manejarlo. No quiero ser solo un “proyecto” o una carga.

MY ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora