Capítulo 1: Cloe
—Uh, oh, mira, allá va el creador de nuestro último proyecto — Le señaló la chica a su amiga, con un gesto hacia el chico que caminaba.
Lo mira sorprendida y dice —¡¿Enserio?! Yo pensé que había sido el director Demian el que lo había organizado...
—Noup, fue él.— le resalta.
La otra chica entrecierra los ojos —¡¿Espera ese no es Noah?!
—Si, el jefe de la cuadrilla de Marketing, ha sido el mejor este año, quizá pueda llegar a ser el subdirector, pero dicen por ahí que es muy perezoso para el puesto...
—No creo que alguien que sea el mejor empleado del año sea perezoso, míranos a nosotras, somos de las que mas trabajamos en esta compañía y no estamos ni en el top de los mejores— Agacha su rostro con algo de tristeza.
Le pone la mano en el hombro —No te desanimes, algún día lo lograremos, además hoy llega una nueva postulante para ser jefa de marketing, pueda que si es buena nos de oportunidad de superar a Noah.
—Jaja, Nía, tu si que sueñas, yo estoy bien así, si ya me mató en este lugar no quiero convertirme en esclava solo para aparecer en esa lista.
—Como tu digas... iré a almorzar, ¿quieres venir?
—¡Si tu invitas!— Le hala un poco la camisa.
Las 2 chicas salen del edificio hacia una cafetería que queda en frente.
(...)
Grita un chico a lo lejos —Oye Noah, Felicidades por el proyecto, todo mundo está hablando de ti.
—¡Claro! gracias— Noah levanta su mano con el pulgar extendido y con una sonrisa en su rostro.
Mientras camina a la salida Noah torna su rostro serio rápidamente.
« No es para tanto, solo hice lo que debía hacer, a veces creen que deben matarse trabajando 12 horas diarias para poder lograr cosas de ese nivel y no, simplemente deberían dejar estar hablando del resto de empleados y dejar de pensar en ese absurdo top de empleados »
Noah entra a su auto y se dirige hacia su apartamento.
(...)
Una vez en el conjunto, uno hombres vestidos con overol y cajas no lo dejan pasar hacia la puerta de su apartamento.
Noah le toca el hombro a unos de los hombres—Oye amigo, disculpa molestarlos pero ¿podrían mover sus cajas? no puedo entrar a mi...— Uno de los hombres se percata de lo sucedido y antes de que Noah termine de hablar él lo interrumpe.
—Claro señor, ya en un momento se las retiramos, es que tenemos un problema...— Noah lo interrumpe.
Y dice —Si, si no me interesa solo háganlo, debo aprovechar mi tiempo de almuerzo.— A lo que el hombre le asiente con la cabeza apenado.
Después de unos minutos por fin los hombres logran despejar la entrada y Noah entra disgustado cerrando un poco fuerte la puerta.
Dentro del apartamento Noah suelta su mochila en la entrada y se tira a su sofá del salón.
« Me da mucha rabia esa gente que no respetan el espacio de los demás, pero de igual manera no los culpo, seguro tenían todo afuera por requisito del que esté llegando, ya era hora que compraran ese apartamento, según por lo que había escuchado el dueño era super borde y pedía un dineral por él, me surgió la curiosidad de quien lo compró »
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Ventanas | La fragilidad del amor.
RomanceEn un edificio donde cada ventana esconde una historia, Noah y Cloe, dos almas completamente opuestas, se cruzan inesperadamente en su vida cotidiana. Noah, observador y reservado, encuentra en Cloe, una mujer de carácter firme y distante, una figur...