Entre secretos [YOONMIN] Omegaverse

03

Me encontraba en mi auto apretando el volante con tanta fuerza que mis nudillos sobresalían. Estaba esperando a que mi familia llegara. Al parecer, me había tomado demasiado en serio llegar temprano. La inesperada lluvia me generó cierta ansiedad; según el pronóstico, hoy sería un día muy soleado, pero fue todo lo contrario. ¿Será una señal?

"Lo que empieza mal termina mal"

Por más que le daba vueltas al asunto, no lograba encontrar una solución para que mi padre aceptara la unión de Hani y Daesoo. Por supuesto, son jóvenes y ni siquiera estaban unidos por una marca, lo cual ya podía ser tomado como una falta de respeto a la familia de la Omega. Sobre todo, considerando que hay un embarazo de por medio. Sin duda, esta sería la principal excusa de mi padre.

Unos golpes en el vidrio de la ventana de mi auto me desconcentran, justo del lado contrario, el copiloto. Me encuentro desconcertado, al menos por unos segundos, hasta que escaneo el rostro del contrario y reconozco a Min Yoongi.

—Abre —me pide sosteniendo un paraguas—. Por favor.

No entiendo por qué le abro la puerta sin siquiera protestar. Tal vez fue un movimiento involuntario. Al adentrarse en mi auto y sentarse a mi lado, puedo sentir sus feromonas, las cuales eran bastante fuertes. Incluso sin intención de imponer, el ligero aroma a menta me pone nervioso.

—¿Cómo me viste? —fue lo primero que se me ocurrió preguntar una vez recuperé el aliento.

—Tu carro es algo "llamativo" —me responde con algo de burla. Tal vez quiso decir viejo, porque mi auto se veía antiguo al lado de los glamurosos alrededor del estacionamiento.

—No creí que me reconocieras —le digo de manera sincera. Casi nunca coincidíamos en reuniones sociales, así que me sorprendía que el indiferente Min se acordara de mí.

—No has cambiado mucho —sus ojos se posan en mí. Intento sostener su mirada, pero como era de esperarse, la aparto con vergüenza.

—Tú tampoco —sus ojos siguen ahí, su piel pálida resaltando. Él simplemente había madurado, viéndose aún más "alfa" que antes. ¿Él también me verá de aquella manera?

—Deberías entrar —me sugiere—. Mis padres ya llegaron. Ellos están enojados, pero al final de cuentas aman a Daesoo.

—Eso me consuela —mi sarcasmo sale a flote.

—Él parece muy decidido a tener al bebé.

Trato de prestar atención a lo que dice, pero sus feromonas hacen todo más penetrante. Posiblemente las ventanas cerradas del coche eran la causa principal. Siento un nudo en el estómago. Sin duda, no lo hacía a propósito, pero yo tenía un olfato algo sensible y, al ser un Alfa recesivo, su fuerte olor me afectaba más.

—Entonces... ¿Qué opinas?

—Tu aroma —lo digo tan bajo que no logra escucharme. Mi respiración está siendo inestable.