Capítulo 39

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"Tu gatito se ha hecho grande"

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"Tu gatito se ha hecho grande".

—¿Mi gato?

Cuando hago la pregunta aún no entiendo lo que quiere decir pero al instante una idea toma forma en mi mente. Como si siempre hubiera estado ahí, esperando a que me diera cuenta.

—¡Mi gato! —Me tapo la boca con ambas manos—. ¡Luca!

—Ya te ha costado chica —me suelta Mikael como si lo que acabo de descubrir fuese de lo más obvio.

Nos acercamos y el animal zarandea al vampiro con violencia. Sus fauces se cierran sobre la garganta y el tipo boquea con un borboteo asqueroso.

—Vaya, creo que este no nos va a poder contar nada —me informa como si no fuera evidente.

El animal suelta a su víctima y cuando intento dar un paso hacia él, recula y escapa de nosotros. Miro al tipo que ya no resulta una amenaza, tendido en el suelo como si fuera un muñeco y ni siquiera siento pena por él. Me giro hacia Mikael y le encaro.

—¿Desde cuándo lo sabías?

—Oye, oye... ahora no te me pongas en plan digna —Se agacha junto al tipo y comienza a rebuscar en sus bolsillos—. Solo había que oler a Luca para saber lo que es.

—¿Pero qué es exactamente?

Viendo mi insistencia deja de buscar y se acerca a mí.

—¿Qué pasa? ¿Aún no has visitado la sección de "seres sobrenaturales" de la biblioteca?

—Menos bromas, ¿vale? Pensé que era un hombre lobo pero lo que hemos visto es una pantera enorme.

—Ya te dije que no era un hombre lobo. Es un cambiaformas. ¿Contenta? Puede adaptar la apariencia que quiera. Una pantera o un gato...

Un extraño cosquilleo toma forma en mi tripa. Gato. El pequeño bicho que durante más de una noche ha dormido acurrucado junto a mí...

—Pero... no puede ser...

—¿Seguro? Tú misma lo has visto. ¿Qué más quieres?

—Lleva un montón de días colándose en mi casa. ¡Madre mía! ¿Sabías que era él cuando viste al animal en mi habitación?

Esboza una sonrisa de autosuficiencia pero a mí el asunto no me hace ninguna gracia.

—¿Qué querías, que te lo dijera en ese momento? Aunque me puede la curiosidad. ¿De haber intentado comértelo en un momento de descontrol, él se hubiera transformado delante de ti?

—En serio. ¿Eso es lo que se te pasa por la cabeza?

—Entre otras cosas. ¿Te ha visto desnuda? Eso me lo he preguntado más veces.

Lo que me faltaba.

—¡Eres un capullo, Mikael!

—Solo de vez en cuando...

Regresa al vampiro y continúa buscando entre sus ropas. Cuando del bolsillo interior de la chaqueta saca un pequeño frasco con lo que parece sangre, su gesto cambia.

—¿Qué es eso?

—Algo que esperaba no encontrar.

Odio que hable en plan críptico.

—Eso es como no decir nada. Dime qué es —insisto cada vez más enfadada.

—¿Podemos hablar de ello mañana? Te prometo que te lo contaré todo. Pero ahora... creo que es mejor que me deshaga de los cuerpos y eso me llevará un buen rato. He de llevarlos a una zona apartada y asegurarme de que no quede ni rastro de ellos.

Aunque no me gusta que eluda contestar a mi pregunta, decido confiar en él. Al fin y al cabo, hasta ahora no me ha fallado.

—De acuerdo. ¿Quieres que te ayude?

—No, tienes que ir a curar esa herida. —Señala mi brazo y miro el corte que permanece fresco.

—Ah, esto. Se me había olvidado.

Se acerca a mí y toma mi brazo con cuidado.

—Te hiciste el corte para que llegara a nosotros el olor de tu sangre, ¿verdad?

Lo dice casi en un susurro y sé que no le gusta que lo hiciera.

—Necesitaba que vinieras. No se me ocurrió nada mejor. Y como la otra vez dijiste...

Me abraza y la frase queda a medias. Me aprieta contra su pecho y ese gesto dice más que cualquier palabra. Le importo mucho más de lo que nunca admitirá en voz alta.

—No vuelvas a hacer algo así. No quiero perder a mi mejor amiga.

Se me escapa una suave carcajada, porque contra todo pronóstico va a resultar que al final sí somos capaces de ser buenos amigos.

Cuando me suelta, aún hay preocupación en su rostro, pero no tarda en hacer una mueca y volver a ser el Mikael de siempre.

—Vete a casa. Averigua si el resto han llegado bien y descansa. Mañana hablaremos.

—Vale. Gracias por todo.

Apenas he avanzado unos metros cuando escucho su voz, dejando claro que tiene que tener la última palabra.

—¡Y no dejes entrar a ese maldito gato!

—¡Y no dejes entrar a ese maldito gato!

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¡Hola, hola! ¿Todo bien por ahí?

Espero que tuvierais ganas de leer el capítulo.

¡Tachaaaaaan! ¡Luca es un cambiaformas! Sorry por las personas que apostabais por un hombre lobos, habéis estado cerca pero quería algo diferente. Lo cierto es que no he leído nada sobre cambiaformas así que me lo estoy inventando para esta historia. Me pareció divertido que fuera su gato y que hubiera estado mucho más cerca de lo que ella pensaba.

Y el capullo de Mikael estaba al tanto y se lo calló, jajaja. En serio, este vampiro es de lo que no hay.

Ahora se entiende un poco mejor por qué Luca se comportaba tan raro, porque una cosa es que le guste Olivia pero no podemos olvidar que ella es una vampira y él un cambiaformas. Habrá que ver qué pasa con ellos.

¿Y qué será lo que Mikael no le ha contado a Olivia? No tardaremos en saberlo.

¡Próximo capítulo Luca se sincera con Olivia! ¿Qué le dirá? Pronto lo sabréis.

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Os adoro. Besitossss

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