☪︎ ִＯＮＥ ＳＨＯＴＳ ʰᵒᵐⁱᶜⁱᵖʰᵉʳ ࣪𖤐

๋࣭ ⭑⚝ 𝙰𝚍𝚒𝚌𝚌𝚒ó𝚗 ᴹʳᶜʳᵃʷˡⁱⁿᵍ

Deambulabas tranquilamente por los rincones de aquel lugar mientras a tus espaldas estaba Mr. Crawling, tu novio, arrastrándose por detrás de tí siguiendo cada uno de tus pasos.

Observaba hipnotizado el caminar de tus piernas, tratando de imitar tu ritmo para no chocar contra ti.

Toma tu vestido deteniendo tu paso. Tironeas levemente pensando que tu prenda se había atascado en una bara de metal que anteriormente habías visto. Volteas viendo como Mr Crawling estaba sentado viéndote desde abajo, apretando el pedazo de ropa.

Lo miras confundida sacudiendo tu vestido mientras él no dejaba de mirarte. Tomas su mano delicadamente despegando sus dedos de tu ropa y continúas caminando hasta que vuelve a hacer lo mismo.

—¿Qué pasa?-— Decides preguntar agachandote un poco para quedar a su altura.

Levanta su mirada lentamente mientras deja tu vestido.

—Un beso— Dice entre susurros señalando sus labios morados y los tuyos con sus dedos índices.

Sonríes acariciando su cabello con tu mano izquierda, la cual poco a poco fue deslizándose hasta su mejilla.

Desde que aceptaste tener una relación con él, Crawling ya no podía pasar ni un segundo separado de tí. Te seguía a todos lados para protegerte de cualquier peligro. Era incómodo tener que ir al baño y tenerlo sentado a un lado tuyo esperando a que termines con tus necesidades.

Además de querer protegerte del Sr Scarlettela, sentía que la falta de tus caricias y contacto físico podrían volverlo loco en un instante, sabe que se ha vuelto adicto a ti, a tus besos. La necesidad de besarte cada segundo es insoportable para él.

Es algo torpe, simplemente da piquitos apenas rozando tus labios, pues le apena el hecho de lo malo que es usando su lengua mientras se besaban; aunque eso no te importara mucho, parecía que a él si. Eso mismo indicaba que nunca había besado a nadie en su vida, lo que te provoca una sensación de alivio al saber que nadie más ha probado sus labios.

Tomas con ambas manos su cabeza, te acercas lentamente a su rostro mientras acaricias suavemente sus mejillas pálidas, ahora cálidas por el contacto de tus manos.

Juntas tus labios con los suyos dando un pequeño beso, sonríes separandote de él poco a poco cuando de repente su mano grisácea toma tu nuca azotando de golpe tus labios contra los suyos agresivamente.

Sorprendida, abres los ojos solo para ver un par de mechones negros cubriendo su cara.

Rodea tu cabeza con su otra mano para después colocar ambas en tus mejillas.

Puedes notar que está desesperado, deseando cada vez más de ti; no es que fueras inocente, pero el hecho de atreverte aún más cada vez que lo besabas te hace sentir cosas inexplicables, más allá de mariposas en el estómago y cosquillas en tu pecho.

Sientes como poco a poco sus labios fríos y secos comienzan a humedecerse rápidamente por la fusión de sus salivas. Su boca que hace unos segundos estaba tensa, comienza a suavizarse al ritmo de tus besos.

Tratas de despegarte pero no puedes, el agarre de sus manos no te lo permite. Separa su rostro del tuyo sonriendo de oreja a oreja.

Cambia de posición a una más cómoda, toma tus caderas y te obliga a sentarte sobre él sin desvanecer la sonrisa de su rostro.

Despeina tu cabello enredando su mano en el, acerca tu rostro al suyo para volver a besarte.

Esta vez, sus manos comienzan a subir por tus muslos, acariciandolos de lado a lado disfrutando de la suavidad de tu piel.

Te separas de él por falta de aire, saca su lengua lamiendo sus labios mientras descubre tus piernas del vestido, aprieta tus muslos sin cuidado enterrando sus uñas en ellos.

Sueltas un quejido por reacción al dolor, aunque en realidad la sensación te gustaba.

Tu piel se eriza al sentir sus manos frías tocando tus piernas, tu cuerpo comienza a calentarse poco a poco, sientes como tu ropa empieza a incomodarte mientras tu corazón acelera su ritmo.

Mr Crawling toma tu rostro entre sus manos apretando fuertemente tus mejillas separando sus labios de los tuyos. Toma una gran bocanada de aire, observas como su pecho sube y baja repetitivamente.

—Más, porfavor— Suplica entre quejidos colocando su nariz en tu cuello, rodea con sus brazos tu cintura acercandote cada vez más a él, queriendo más de ti.

Es la primera vez en la que Crawling se muestra débil ante ti, mostrando lo que solo tú provocas en él. Tienes todo el control y aunque no lo sabías, no tardaste mucho en descubrirlo.

Te pones de pie separandote de él, toma tu mano evitando que empezaras a caminar pero aún así lo hiciste. Apresuras el paso escuchando como se arrastra rápidamente hacia ti buscando tu atención.

—Uno más, te lo ruego.—

Dice con voz suplicante poniéndose de pie sin dificultad alguna. Por la espalda, rodea tu cintura hundiendo su rostro en tu nuca pegando su cuerpo al tuyo, logras sentir cada parte de su abdomen ligeramente marcado presionando tu espalda.

Volteas tu rostro encontrándote con el suyo, sonríes al sentir el roce de sus labios en la comisura de los tuyos. Abre ligeramente su boca esperando que la tuya se una libremente a la de él.

Crawling al ver que no te acercas, toma tus mejillas con una mano agresivamente obligándote a juntar tus labios con los suyos. Volteas tu cuerpo completamente y rodeas con tus brazos su cuello mientras no dejabas de besarlo.

Esta vez era diferente, pareciera que el deseo de Mr Crawling crecía; tanto que sus besos eran cada vez más adictos, sus lenguas se complementan sin llegar al desastre, sus dientes no chocan pues el movimiento de sus cabezas es perfecto para evitarlo.

El sonido de sus lenguas chocando debilitaba tus piernas haciéndolas temblar. Ambos seguían sin querer despegarse, ni siquiera para tomar aire y continuar sin sufrir por la falta de este.

Detienes el beso dejando su boca empapada de saliva, él relame sus labios una y otra vez, saboreandola.

Crawling frota su abdomen sin saber lo que sentía, sonríe y besa tus labios suavemente una última vez. Se sienta sobre el suelo colocando sus manos en el piso, te observa con atención esperando a que camines para seguirte, como siempre lo hace.