Aquel martes te mate... Llovía como nunca, ¿acaso el cielo estaba de luto por ti? No lo creo.
Yo intentaba dormitar un poco pero la tormenta no cesaba, desde mi ventana la contemplaba...
Por alguna extraña razón te estaba imaginando por todos lados, incluso llegué a cuestionarme ¿por qué lo maté?
Nunca había sentido esto, no sé qué es pero me atormenta ¿Por qué lo hice? Espera... Estaba arrepentida, me sentía abatida y triste. Me hiciste perder la conciencia, hacer locuras por ti y pensándolo bien, el haberte matado había sido una de ellas. Al perderte una parte de mí se iba contigo y sin darme cuenta destrozaba todo aquello que yo era.
Nadie podría llorar por ti, una persona sin sentimiento alguno, tan vació como un agujero negro.
Pero sabía que era lo correcto ¿lo era? Ya que luego de verte aquel día, terminaste de romper lo poco que tenía de corazón.
El recuerdo de la sangre, embarrando no solo mi ropa y la tuya, también rompiendo el amor que tal vez, sólo tal vez, ambos sentimos. Entonces me mire al espejo, una parte de mí sentía remordimiento, pero la otra no, me habías hecho daño y por lo tanto ese castigo te lo ganaste por propia mano. Sé que no fue lo mejor, diablos, hace mucho tiempo que no distingo entre lo mejor o lo que no lo es, pero ten en cuenta algo, lo hice por nuestro propio bien. Lo hice por nuestros momentos, por nuestro pasado.
Me lastimaste demasiado, ya no soportaba el dolor que me provocaba aquel recuerdo y sentí que lo mejor, que mi primer y último recurso era eso
Pero tú desbordaste el poco corazón que tenía, cuando te vi ese día tenia tanto odio que fui a atarte y me arrepentí después, tratando de recordar aquellos instantes en que ambos pudimos ser felices, cuando en nuestro propio infierno me hiciste sentir algo tan maravilloso que por dentro me quemaba.
No te imaginas porque te maté, ya te extraño. Porque yo te amaba más de lo que tú creías, claro que yo te amaba, incluso con mi vida. Por eso al yo ser la que te matase, me mate a mí misma.
Al ver salir la última chispa de vida de tus ojos perdí todo mi corazón y mi cordura. ¿Ahora qué haré con mi vida si ya no tengo la tuya?
¿Y qué? ¿Qué pasara ahora? ¿Iré a la cárcel, conoceré ''amigas'' y estaré feliz? eso no es para mí, mi ropa esta empacada con el dinero, encontraran tu cuerpo pronto, enterrado, sin ningún rastro o prueba de que yo lo haya hecho. Pero en mi mente siempre estará el recuerdo de tu cuerpo tendido en la alfombra, donde en poco tiempo llegará la policía y esto estará rodeado...
Tal vez debería ir a ese lugar donde empezó todo esto, el lugar donde nos conocimos por primera vez; Nueva York un en un lugar alejado, pero era allí donde siempre nos encontrábamos, donde una vez ultrajaste mi corazón como un cordero.
Recuerdo que le gustaba mucho ese lugar, ya que era un sitio muy tranquilo y el silencio lo ayudaba a pensar, en el bosque cerca de los animales más hermosos que alguna vez hayas visto... Pero quizás deba ocultarme, siento que aún está cerca la policía. Así que bajo cautelosamente las escaleras y evito a toda costa la escena del crimen, te imagino tendido boca abajo con la daga aun enterrada en tu pecho. Pero qué más da, si ya no estas, ese lugar no será más que otro recuerdo borroso de nosotros dos, ya que no estas, ese lugar no tendrá sentido. Ya nada tendrá sentido sin ti.
Tal vez debería terminar con mi vida pero soy un cobarde, las lágrimas amenazan con salir mientras corro en la penumbra de aquel tenebroso bosque, los lobos aúllan cantándole a tu olvido, y al entierro de todo lo que vivimos.
Sin antes darme cuenta que si use guantes limpie bien con un rodillo su ropa, no soy criminalista por nada, pero ahora todo eso acabo iniciare una nueva vida como una cobarde por no querer olvidarte y por darte aquella paz que en vida no te pude dar.
Y solo me pregunto ¿Por qué?
Siento un vacío en el corazón y me pesa tu ausencia, al diablo con el amor y con el circo que está creando mi mente en este instante... ¿Por qué tú? ¿Por qué yo? ¿Qué fue lo que hice mal? ¿Por qué recurrí a hacerte eso? Si yo te amaba tanto, sigo sin entender por qué...
Pero tú ¿Me amabas realmente? ¿Sentías aquel fuego ardiente en tu pecho al verme? o ¿Sonreías al estar a mi lado? ¿Tenías la esperanza de un futuro a mi lado? No, definitivamente no me amabas, porque el amor no se demuestra de la manera en la que tú lo hacías.
La noche es fría en el bosque, sin embargo sé que en la mañana tendré que despertar, explorar y adentrarme más a la idea de que te he perdido y que nada será igual que antes.
Ahora me siento vacía, no tengo nada sin ti. Que mis lágrimas somos como un río... Me hace pensar en acabar de una sola vez todo esto.
Pero no, es una pérdida de tiempo, debo seguir, salir de este país rápido o terminare consumiéndome en un río de dolor que sigue avanzando. Pienso en la posibilidad de huir contigo, asegurarnos de estar "juntos por siempre" como solías prometerme, pero ya no estas, ¿por qué estoy sufriendo esto? no es justo, pero la chica que me arranco de ti, ella no tiene familia nadie, solo nos conocía a los dos, tal vez pueda matarla y ya... Recobrarte, porque eres importante, y no puedo explicarlo.
Pero no, saldré adelante sin ti. No será fácil, pero lo lograre, no me enamorare más sopesando que intentaré no traicionar mis propias palabras, haré mi juramento. No volveré a caer en los vacíos de la falsedad y del sufrimiento, aquel pecado que me seduce, me atrae pero me lastima y me hiere, eso llamado amor.
Y contemple como mi dolor se iba contigo, como una parte de mí se ocultaba con tus restos... Tu cuerpo sometido con mis manos se hallaba sin vida, al fin puedo decir que ya no me importa tu muerte, al fin puedo decir que me deshice de una parte de mí que te odiaba y ahora no guarda rencor alguno, porque ya cumplí la deuda... Esa deuda que me atormentaba de día, que me despertaba a mitad de la noche para recordarme el enorme sufrimiento, recordándome lo que debía hacer para acabar con todo de una vez.
Esa deuda que tenía contigo y conmigo misma. La peor y mejor parte de mí se fue con tu alma, ahora solo soy un cuerpo vació intentando encontrar un camino que a lo mejor me llevara a la locura. Ahora soy libre y aunque una parte de mi murió contigo, la otra se dedicará a ser feliz.
Ahora estoy destrozada, pegada a la fértil tierra que me vio crecer. Veo el charco de sangre aún bajo mis pies un puñal en tu pecho. No tenía otra alternativa, era tu vida o la mía. Me levanto y tomo el veneno, mi último soplo de vida lo dedico a besar tus labios y ahora es cuando me doy cuenta de que te necesito más de lo que necesite antes a alguien. Siento el veneno recorrer mis venas y la debilidad se apodera de mi cuerpo, caigo a tu lado, tomo tu fría mano, cierro mis ojos y me envuelvo en el sueño eterno... Ahora sé que ya todo ha terminado y que los finales felices son una ilusión.
¿Podremos ser felices o no?
Porque nada dura el tiempo necesario para hacerte feliz, pero este es el final que elegimos, ya que no pudimos ser felices en esta vida... Lo seremos en la otra y si es necesario volvería a morir por ti y llevarme tu alma conmigo, por la eternidad.
Gracias por ser ese amor falso y estúpido. Y debo decir que odiaba amarte, pero ahora que estoy aquí, contigo... Ya no hay vuelta atrás. Te quiero, te quiero con tanta intensidad que no podría describirla. Y tuve que hacerlo, por los dos. Para dormir contigo durante todo el después de la antigua vida... Tuve que matarte, si, borrarte para siempre de mi mente, clavarte una daga en mi corazón en el cual permanecías, hasta que te desvanecieras. Tuve que matarte, matarme y matarla a ella, a esa parte de mí que sufría a cada instante, quien no me dejaba tranquila por las noches con sus pensamientos que me llenaban de tristeza y un dolor insoportable... Si, tuve que matarla para ser libre realmente.
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Al matarte. (microcuento)
NouvellesEste es el momento cuando sientes que no hay salida... Este es el adiós.