La fiesta se llevaba a cabo en una enorme carpa. Había una banda en vivo y una pista de baile rodeada de mesas con los invitados almorzando y bebiendo a gusto. Los novios tenían su mesa exclusiva del lado contrario al pequeño escenario para disfrutar el show, pero preferían desfilar de mesa en mesa charlando con sus familias y tomando fotos. Kiara se quedó en la mesa junto a sus tíos y primos, aprovechando para conocer a sus sobrinos más pequeños.
En una de las mesas, Ulises y Elías compartían un vino mientras Jonathan salió un momento para llamar a su casa.
—Sophie —tapaba uno de sus oídos para escuchar mejor—, ¿Cómo está mamá?
—Ella está bien —se escuchaba ruido de platos de fondo—. Recién terminamos de comer y ahora está con papá mirando una peli. Cuéntame que tal estuvo la boda. ¿Octavio lloró como todos dijimos?
—Vos también con eso. No sólo fue él, nos emocionamos todos. Los chicos les mandan saludos.
—Hablando de eso —hizo una pausa—. ¿Me disculpaste con él porque no fui? Espero que les guste mi regalo.
—No te preocupes, lo entienden totalmente. Después de su baile iré a verlos. Espero que hasta eso ya termines de lavar esos platos— sacó su lengua como si su hermana lo viera.
—Voy a dejarlos sucios solo para verte patalear —se escuchaba su risa—. Te deseo suerte con tu regalo. No hagas desastres.
—No sé si me estás ayudando o solo me presionas más —rascaba su cuello algo nervioso—. Te cuento como me fue al llegar, ya tengo que cortar.
—No seas dramático. Besos.
—Besos hermanita.
Al entrar se unió a sus amigos en la mesa. Como había llevado el auto no se permitía beber ni una gota de alcohol, así que solo se sirvió una limonada.
—¿Dónde está Melissa? —la buscó con su mirada en la pista. La gente iba y venía.
—Fue al baño hace un rato —Ulises estaba sentado entre él y Elías.
—¿Cómo está la señora Annabelle? —preguntó Elías sirviéndose vino.
—Está bien. Ahora descansando con papá me dijo Sophia.
—Es una pena que no hayan podido venir —Ulises puso su mano en la espalda de Jonathan—. A ella le gustan estas fiestas.
—Si. Obvio no le gustó quedarse en reposo, pero su salud es lo más importante.
—De seguro también hubiera disfrutado ver a Kiara —interrumpió Elías—. Ella le tenía mucho cariño. Mírenla —la señalo con su copa—. Nuestra matona parece una princesa inglesa de verdad.
—No creo que el apodo "matona" le quede bien el día de hoy —se río Ulises.
Jonathan no dijo nada. Solo se quedó observándola disimuladamente. Sus amigos tenían razón. Se veía hermosa y radiante, elegante y sofisticada. No parecía aquella chica que de vez en cuando se metía en pleitos con sus compañeras o chicas de otros salones.
—Se la ve mejor que nunca. ¿No lo crees Jonathan? —Elías se afirmó en la mesa para poder mirarlo bien.
—Octavio dijo que le iba muy bien. Creo que se le nota —trataba de dar respuestas cortas.
—Sí. Hablé en ocasiones con ella y trabaja mucho —Elías volvió a mirarla—. No sé cuánto tiempo se quede. Quisiera que nos juntemos de nuevo y así ponernos al día. Supongo que no tendrás problema —lo miró fijo de nuevo.
—Elías —Ulises presentía lo que se venía.
—¿Qué? Solo no quiero que se nos arruine el reencuentro.

ESTÁS LEYENDO
AMARTE
Teen Fiction"Míranos, prometiste noches estrelladas y ahora estamos bajo la tormenta." Jonathan y Kiara construyeron su historia de amor bajo cielos iluminados por estrellas, entre pinceladas y planos, entre sueños trazados sobre lienzos y estructuras. Juntos c...