Nuestros Secretos

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Zaiden

-Nooo padre

-Zaiden que dijimos de guardar silencio?-

Volvió a quemarme con un hierro caliente
una y otra vez

-AHHHHHH..PAA..DREE

-Cállate- lo clavo más a mí espalda

-Por....fa..vor ya- me dolía todo el cuerpo
y no podía parar de llorar

-No llores o sino voy a seguir, tienes que
aguantar como todo un Morgan

-Yo no quiero...ser un Morgan, si
tengo que pasar por todo esto....te
odiooo

-No me importa que me odies Zaiden,
ahora cállate!

Volvió a clavar eso a mi espalda, ya no la sentía

-Aaaaaaaa

********

-Zaiden- sentir que alguien me estaba moviendo- amor despierta

Me levanté sudado y ví a Valeska llorando, estaba llorando por mi culpa

-Amor...que te paso?

-No fue nada muñeca- traté de levantar pero ella me agarró

-Hablar conmigo por favor

-No puedo Valeska, no quiero que viva con esos recuerdos tu también

-Soy tu novia Zaiden, yo nunca te voy a juzgar y tú dolor será mi dolor

Me acosté de nuevo y puse mi cabeza en su pecho

-Tranquilo amor, puede hablar cuando lo desees

-Mi...padre me maltrataba Valeska, me hizo mucho daño... y el trato de matar a mí hermano- no pude seguir hablando, odio sentirme débil

-Lo siento tanto- vi esas lágrimas de nuevo

-No llores por mí Valeska, no merezco tus lágrimas

-Tu mereces todo de mí, hasta mis lágrimas Zaiden, yo no quiero ser solamente tu novia, quiero ser tu mejor amiga, quiero ser la persona en la que puedas confiar cuando necesites desahogarte- me dió un pequeño beso

-No se que hice para merecer a alguien cómo tú, no sé si lo merezco

-Lo mereces amor

-Valeska él nunca nos quiso, siempre nos lastimó, a mí hermano lo volví un adicto y a mí me golpeaba, me encerraba, me quemó con hierro caliente por la espalda

-Lo siento, por tí y por tu hermano, nadie merece eso, pero porque él no te quiso no significa que nadie te pueda querés, porque yo te quiero Zaiden y siempre lo voy hacer

-No te importa entonces las cicatrices que tengo, tanto en el corazón y la espalda

-Prometo curar las cicatrices de tú corazón y besar las cicatrices de tú espalda, quiero verlas