— ACT ONE
b a c k i n p a r a d i s eAlaska Cameron, hija de Ward Cameron, un kook. Ella era una kook. Todo Outer Banks conocía a la pequeña Aly, aquella niña de cabellos dorados había sabido ganarse el corazón de todos en el pueblo, aunque con un cariño especial por, Heyward, si, padre de Pope, gracias a ello conoció a Pope y el resto de sus amigos pogues, John B, JJ y Kie, aunque a está última la conoció por su hermana, Sarah Cameron.
Alaska se había hecho toda una pogue, pogue con economía de kook, como le decía John B. La rubia desarrollo una gran afinidad con JJ, un privilegio para él y un caos para Ward, pues ambos juntos destrozaban todo a su paso acabando con la paciencia del Sr. Cameron.
Grandes aventuras, recuerdos y anécdotas se crearon, hasta que Ward decidió enviarla a Nueva York a sus 11 años, Aly no se negaba para nada, de hecho le encantaba la idea de estudiar por allá, pero, ¿Qué pasaría con sus amigos?, ¿Que haría sin ellos?.[...]
El avión privado de los Cameron era lo único que se escuchaba en toda la pista, Rafe con una mirada seria ayudaba a Aly a cargar sus maletas, mientras las hermanas Cameron lloraban abrazadas la una de la otra.
— Aly, ya es hora.
Sarah se separo de su hermana y le dió un beso en la mejilla, Rafe la abrazó, Rose solo le dedicó una sonrisa siguiendo su paso con la mirada.
— EY, EY, ESPEREN.
La voz de JJ y John B al unisono , Aly las reconocería en cualquier parte, venían corriendo y detrás de ellos Pope y Kie.
— Es de mala educación irte sin despedirte ¿Sabés? — Alaska se echó a correr para abrazar a John B — Te voy a extrañar mucho.
— Me tienes que llamar todas las noches, y contarme sobre los libros y todos los temas avanzados que te enseñen — Ese era Pope, el único que le caía bien a Ward, aparte de Kie.
— Siempre en contacto, ya lo sabes — Kiara entrelazó su dedo meñique con el de su amiga con una sonrisa nostálgica en su rostro, no sabían cuando iba a regresar.
Falta una sola persona, JJ, Aly solo se detuvo a mirarlo mientras esté se acercaba tímidamente con algo entre sus manos.
— Ten — Era un trozo de madera circular «Para Lily, de JJ» — Lo siento, lo hice yo mismo — JJ soltó una risa y volteo el objeto, aquella madera tenía tallada una flor, él lo había hecho con sus propias manos.
— Gracias... — JJ solo la abrazó lo más fuerte que pudo, unas cuantas lágrimas recorrieron sus mejillas. Ya era hora de irse.
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SACRIFICE
Teen Fiction#Sacrifice, Muchas veces las cosas resultan estar en vueltas en mentiras, y está no era la excepción para Alaska Cameron. Dónde JJ no deja de hacer estupideces por la chica de sus sueños esperando una oportunidad.