I will...

Capítulo 1

- ¡Por enésima vez Ethan, en este medio no vamos a desafiar a un maldito y despiadado asesino! -Gritó mi jefe, lanzando contra mi rostro la carpeta de investigación que le había entregado
-Pero...
-Sin peros Hamilton! Lo siento mucho si no tienes una familia que proteger, pero a diferencia de ti, cada persona que trabaja aquí, si la tiene, y ni yo ni el comité ejecutivo estamos dispuestos a poner en peligro sus vidas o las nuestras solo por cumplir tu capricho. Si lo que dices es cierto, y lo estuviste investigando durante todos estos años, tu mejor que nadie sabes de lo que Elian Voss es capaz...
Y justo de la misma manera que siempre, sin importar la cantidad de pruebas que presentara, el jefe de prensa era simplemente un maldito cobarde que prefería mostrar la historia del gato que fue rescatado de un árbol antes que exponer los crímenes que la familia Voss había estado cometiendo desde que puedo recordarlo.
Mi pequeña (gran) obsesión con este caso en particular surgió cuando tenía 16 años, y mi familia fue asesinada frente a mis ojos justamente por aquella familia, quienes habían sido enviados para el trabajo tenían órdenes de no tocar a los niños, por lo que solo asesinaron a mis padres y a la niñera mientras que a mi hermano pequeño y a mí solo nos obligaron a presenciarlo todo.
Y años después, creo que hubiera sido menos doloroso que nos hubieran matado también.
Mientras mi hermano de 13 años tuvo que ser internado a causa de los traumas desarrollados a causa de aquel suceso, yo me juré a mí mismo y a mis padres que encontraría a esas personas.
Y lo hice.
Encontré a esas personas, uní los hilos hasta entender la razón de dejarme sin padres, y detrás de ello, descubrí mucho más, obsesionándome cada vez un poco más.
Lo primero en lo que pensé fue que si quería hacerlos pagar, necesitaba tener poder y pensé que sería buena idea estudiar criminalística. Sin embargo, estando a punto de terminar las prácticas para graduarme me di cuenta de que la justicia era malditamente barata para quien poseía el suficiente dinero para silenciar a fiscales y jueces, por lo que mi única opción era ser parte del 4° poder: La prensa.
Me llevó tiempo, pero logré posicionarme en uno de los medios de prensa con más credibilidad y entonces, pensé que finalmente podría presentar toda mi investigación y dejar al descubierto a la familia Voss, de esa manera, con el país entero teniendo conocimiento de las pruebas, no importaba el dinero que gastaran en comprar jueces o fiscales, al final de alguna manera, caerían.
Con lo que claramente no contaba era con que todos le tendrían tanto miedo a un chico de mi edad! Porque si los cálculos eran correctos, el hijo de quien había dado la orden de liquidar a mis padres, tenía prácticamente mi edad, y después de que a su padre le hubiera dado un ataque al corazón hace dos años, dejándolo en cama por unos días, el chico había tomado las riendas del negocio.
Si, era malditamente despiadado.
Mataba sin siquiera pestañear a quien no le siguiera el juego.
Y era bastante conocido por hacer el trabajo sucio él mismo, y era ahí donde se diferenciaba de su cobarde padre.
Sin embargo, él también era inteligente, y si cualquiera que dejara al descubierto sus crímenes, de repente amanecía muerto, aquello solo daría más material a la justicia para arrestarlo.
Y era eso lo que me frustraba no ser capaz de hacer entender a mi jefe. Por lo que después de un año de intentarlo, decidí que debía hacer algo por mí mismo, y terminé armando un sitio web dedicado a exponer las pruebas que había recolectado a través de los años.
Aquello, por supuesto, no era una buena idea desde ningún ángulo que quisiera mirarlo.
Al día siguiente de publicar todo lo que tenía, apenas llegué al edificio donde trabajaba como periodista, el jefe de prensa me llamó a su oficina y me gritó tanto que estoy seguro de que incluso el edificio de al lado lo escuchó, pero la verdad era que la felicidad de saber que mi hazaña se había convertido en noticia de todos los medios, acolchaba cualquier grito o insulto que me dieran.
El jefe me obligó a tomar vacaciones para alejarme de ahí, probablemente si fuera por él me despediría, pero a la vez no era lo suficientemente desalmado como para gritarle al mundo que yo era el dueño de ese sitio web.
Y a decir verdad, ya iba siendo hora de que descansara un poco, mi meta de vida estaba avanzando finalmente, por lo que tomé aquellas vacaciones de buena gana, y al menos durante una semana, lo disfruté. Sin embargo, un día que salí de mi departamento para ir a visitar a mi hermano, un vehículo paró frente a mi mientras caminaba por la calle y la puerta trasera se abrió, dejándome ver a un hombre desconocido que me invitaba a subir al vehículo, amablemente a punta de pistola.
Aquello era claramente un secuestro, sin embargo me estaban tratando bastante bien, y días después entendí que eso se debía a que mis secuestradores no eran quienes yo creía.
No eran personas contratadas por Voss, si no por el contrario, eran personas contratadas por algún enemigo de esa familia.
Ellos habían rastreado la ip desde la que fue levantado mi sitio web y de esa manera habían llegado a mí, me habían estado vigilando durante toda la semana, esperando a que Voss se presentara a volarme la cabeza, por supuesto, aquello les convenía para demostrar que lo que yo había publicado era cierto y de esa manera se desharían de un fuerte enemigo, sin embargo, durante toda la semana, nadie siquiera intentó acercarse a mí, a pesar de que estoy seguro de que claramente Elian por sí mismo era capaz de rastrearme en pocos minutos.
Entonces, decidieron que ellos serían los que me secuestrarían, fingiendo estar contratados por Elian y de esa manera conseguirían lo que querían.
Al fin y al postre, me estaban utilizando para dar una falsa imagen de Elian al país y luego, como cereza del pastel, seguro que me matarían.
Ellos incluso habían querido que yo participara activa y voluntariamente de aquella farsa, puesto que ambos perseguíamos el mismo objetivo.
Vaya mierda de gente que me rodea.
Un mes después, cuando finalmente alguien irrumpió en donde me tenían amablemente en contra de mi voluntad, grande fue mi sorpresa de ver que mi héroe era ese criminal que yo tanto odiaba.
Y entonces me planteé si en realidad estaba siendo rescatado ahora o simplemente me dirigía hacia una muerte más dolorosa.