Los gemelos no podían borrar la imagen mental de su cabeza, Rio simplemente se reía de ellos y lanzaba comentarios de doble sentido todo el tiempo solo para molestarlo, que apenas la escuchaban salían corriendo horrorizados, Rio estaba más que feliz había encontrado la manera de mantener a raya a esos demonios, solo debía decir un comentario subido de tono y salían corriendo
-¿Saben? Este chocolate es tan delicioso como Agatha-dijo una tarde que estaban intentando sacarle su chocolate, ambos adolescentes gritaron horrorizados y salieron corriendo.
Rio sonrió victoriosa, se había sacado de encima a los mocosos y ahora podía comer en paz su chocolate, obviamente levanto la mirada y vio a Agatha cruzada de brazos, Rio suspiro y dejo el chocolate donde estaba, sabiendo que estaba más que castigada.
-Uff, que ganas de meter mis dedos en ese hoyo-murmuro Rio, los gemelos nuevamente gritaron horrorizados y salieron corriendo.
Rio sonrió satisfecha de haber echado a los niños y agarro el pote de Nutella, se sentó en el living y empezó a disfrutar de su manjar sin que nadie la moleste, no se molestó en usar cuchara, al no tener que compartir podía meter los dedos tranquila.
Una noche, Rio subió a su cuarto y vio que Agatha salía de la ducha, tenía puesta la bata violeta con flores y Rio le silbo, su esposa si que era sexy y más en esa bata que le quedaba espectacular, Agatha se sonrojo y se sentó en la cama, mientras se intentaba masajear la espalda
-¿Te duele?-pregunto Rio y ella asintió.
Rio enseguida se puso detrás de su esposa y empezó a hacerle masajes, logrando que ella se relajara enseguida, Agatha suspiro aliviada, Rio daba los mejores masajes, sabía exactamente donde presionar y cuánto
-Gracias mi amor, de tanto alzar a Nicky mi espalda está pidiendo ayuda a gritos-rio la ojiazul mientras se acostaba en la cama mirando a su esposa
-Estaba pensando....¿Porque no nos vamos unos días? Solo tu y yo...Ya sabes...-murmuro Rio acariciando el pelo de Agatha-Para descansar
-¿Y con quién dejamos a las tres bestias que tenemos de hijos?-rio Agatha disfrutando de las caricias de su esposa
-Tommy y Billy pueden quedarse, también vendrá Eddie y creo que tres adolescentes pueden con un niño de seis años-rio besando los labios de su esposa
-Entonces...¿A dónde nos vamos?-sonrio, feliz, Agatha.
Al día siguiente le comunicaron la idea a los gemelos quienes aceptaron enseguida, entendían que sus madres necesitaban descansar y también les venía muy bien tener la casa para ellos solos por unos días, solo tenían que averiguar con quién dejar a Nicky y como convencer al niño de que no les diga nada a Rio y Agatha
-¿Seguros que podrán? ¡Cualquier cosa nos llaman!-dijo Agatha mientras se aseguraba de haber dejado la heladera llena de comida y de dejar todo listo para que ellos no tengan que cocinar
-Tranquila mamá, estaremos bien-aseguro Billy acariciando los hombros de Agatha para relajarla
-Cuidaremos muy bien de Nicky, ustedes descansen se lo merecen-aseguro Tommy mirando a Rio quien asintió.
Ambas mujeres se fueron, los gemelos se miraron y luego miraron al niño, quien enseguida empezó a sospechar de que sus hermanos mayores estaban tramando algo, Tommy y Billy se sentaron una a cada lado de Nicky y le pusieron dinero y chocolate en sus manos
-Con está ofrenda ¿Aceptas irte a la casa de la tía Jen y no decirle nada a nuestras mamás?-pregunto Billy mirando al niño, quien sonrió abiertamente
-Y me dejarán su Play por una semana-pidio el niño, ambos gemelos se miraron, la Play era sagrada para ellos
-¡Está bien! Pero ni una palabra a nuestras mamás-ordeno Tommy mirando al niño
-Estare más callado que una tumba-juro el niño.
Mientras tanto, Agatha y Rio habían llegado a su vieja cabaña en el bosque, que estaba al lado de un hermoso lago, estaba alejado de la civilización por lo que podían estar tranquilas de que nadie pasaría por ahí y las vería practicar magia.
El primer día se la pasaron en la cama, besandose, teniendo sexo, hablando, riendo, teniendo más sexo y simplemente estando juntas, amaban la tranquilidad que les transmitía esa casa, además de todos los recuerdos de las épocas en las que vivían juntas ahí.
El segundo día no se diferenció mucho del primero, amanecieron más que abrazadas y tuvieron una gran ronda de sexo matinal, Agatha cayó rendida al lado de su esposa, estaba sudada y empezó a reírse
-Hacia siglos que no me sentía así-rio mirando a su esposa quien la besó también con una gran sonrisa
-Te extrañe muchísimo, mi amor-sonrio Rio acariciandole la mejilla
-Deberiamos hacer esto más seguido-murmuro Agatha besando a su esposa con la tranquilidad de estar solas, nadie las iba a interrumpir
-Lo haremos todas las veces que tú quieras-sonrio seductora mientras acariciaba las caderas de su esposa quien suspiro, yendo a por el segundo round.
El tercer día, en la tarde, Agatha estaba a las orillas del lago, tenía una bikini violeta puesta y estaba tomando sol, completamente relajada, amaba el poder descansar y tomar sol sin que ningún niño se le este tirando encima o gritandose los unos con los otros. Rio sonrió encantada con la vista y se acostó al lado de ella
-¿Quieres darte un baño?-sonrio Rio, Agatha acepto encantada y ambas entraron al lago.
Se miraron y se acercaron rápidamente, sus bocas se encontraron en menos de un segundo, Agatha engancho sus piernas en la cintura de su esposa y Rio la sostuvo de sus muslos, pegandola más a ella, se besaron hasta que se quedaron sin aire, se miraron y se volvieron a besar
-Te amo-sonrio Agatha apoyando su mentón en el hombro de su esposa
-Yo más mi amor-sonrio Rio mientras se relajaba en el agua.
El cuarto y último día lo pasaron nuevamente en la cama, no querían levantarse en lo absoluto, aprovecharon para descansar al máximo, sabiendo lo que se les venia una vez volvieran a la realidad, amaban a sus hijos pero también amaban estos momentos en pareja e iban a extrañar mucho el hecho de poder estar ellas dos solas.
Al mediodía decidieron que era hora de volver a casa, juntaron sus cosas, dejaron todo en orden y con una gran sonrisa volvieron antes de lo planeado, querían darles una sorpresa a sus hijos, seguro estaban felices de verlas.
Agatha abrió la puerta con una gran sonrisa que se desvaneció enseguida cuando vio la casa hecha un caos, había vasos de plástico por doquier, algunos cuadros estaban rotos o descolgados, la casa parecía haber sido atacada por un huracán
-¡Mamás!-grito Tommy al verlas, tenía una bolsa de basura en la mano y era obvio que estaban limpiando el desastre
-¿¡Que paso acá!?-grito enfurecida Agatha-¿¡Dónde están tus hermanos!?
-Es una historia muy curiosa-rio, con miedo, Tommy.
Holaaa
Que les pareció este capitulo?
En el próximo se viene el desastre que armaron estos adorables gemelos
Bye bye