-Capitulo tres-
Justin hacía rebotar el bolígrafo que tenía en sus manos sobre el escritorio. Gracias a Dios, Katherine no estaba allí. Hacía exactamente tres meses que su prometida estaba en Roma haciendo todo tipo de preparativos para la boda. Esa pequeña escapada, le sirvió para conocer a Anne.
Anne...
Tenía frente a él un papel de color blanco y al lado un pequeño sobre de color rojo. Su amigo estaba sentado frente a él. Tenía su pierna derecha cruzada quedando su tobillo sobre su rodilla izquierda. Suspiró pesado una vez más, tenía la vista perdida en algún lugar de la habitación.
Justin abandonó su silla, se levantó y apoyo sus manos en el marco de la ventana.
Estaba nevando en Inglaterra. No esperaban la nieve sino hasta dentro de una semana.Se volteó y volvió su mirada al papel. La hoja seguía en blanco. Tenía muchas cosas para decirle. Había pensado discursos hasta de cinco minutos. Pero en el momento en que tomo el bolígrafo, su cerebro entro en crisis y había auto-formateado. Genial.
Ryan salió del coma y miró hacía el reloj. Comenzó a mover su pierna izquierda. Tal cual Oops! cuando estaba nervioso ¡Oops! para no estarlo!
- Justin, voy a pegarte en la nuca con ese ridículo lobo de cerámica, si ese cerebro bueno-para-nada que tienes, no genera ninguna idea. -le dijo luego de veinte minutos de silencio.
Justin tomó de nuevo su lugar y volvió a sujetar el bolígrafo. Lo golpeó dos veces. Tomó la hoja y garabateó un par de palabras. La giró de manera que Ryan pudiera leer. Este suspiró luego de leer y soltó una pequeña risa.
***Él solo había escrito...
"Anne:
- Bueno, es peor que nada.
* * *
Había dado vueltas por toda la casa durante horas. Buscaba alguna distracción antes de que corra a la cocina en busca de algún cuchillo para cortar sus venas.
Pf... claro que no haría eso. Lizz la mataría. Giró bruscamente la cabeza. Diablos. La puerta. Hablando del Diablo...- ¿Anne? ¿Dónde... ¡Pero qué demonios! -Unos tacones que pudo reconocer comenzaron a hacer un rápido desfile por la cocina, antes de ir a la sala- ¿Qué demonios ocurre contigo? ¿Sabes lo que tendré que hacer para... ¿Anne? ¿Anne? -Antes de que pudiera preguntar algo más, dejó las bolsas del supermercado en el suelo y camino hasta el otro lado del sofá para arrodillarse frente a su amiga- Anne, ¿qué tienes?
- Es... es... -tenía un gran nudo en la garganta. Si emitía un solo sonido más acabaría llorando Oops! una magdalena. Lizz captó el mensaje a la perfección y solo se acercó a ella para rodearla entre sus brazos. Anne se sujetó de ella y comenzó a llorar.
* * *
- ¿Estás seguro? -Justin asintió.
- Solo va a funcionar si ella lee la carta.
- Si no...
- Me caso.
* * *
- ¡Es un hijo de perra! ¡No puedo creerlo! Bueno, en realidad sí, con un amigo Oops! Ryan no sé porque me sorprende. - ¿qué tenía que ver Ryan con esto?
- Ya basta Lizz, no quiero hablar de Ryan, menos de Justin. -murmuró acongojada. Lizz sintió una pizca de culpa por nombrar a Ryan. No sabía por qué había dicho su nombre. Dejó el pequeño vaso de ron sobre la mesa de luz y rodeó el otro lado de la cama para acostarse al lado de Anne.
- Lo siento nena, no quería...
- Lo sé -le contestó en medio de un sollozo- Eres... una estúpida -Lizz levantó la cabeza y miró a su castaña amiga con curiosidad.
- ¿De qué hablas?
- De Ryan.
- ¿Qué hay con él?
* * *
- ¿Sabes lo que le dirás?
- ¿Puedes mantener la puta calma Justin? Parece Oops! no supieras que arreglé todas tus relaciones desde que tengo memoria. -se burló.
- Cállate, y ve.
- Tranquilo niño. Tal vez hoy sea un gran día para todos -Ryan soltó una carcajada luego de que Justin fallara en tirarle un almohadón sobre la cabeza- Deséame suerte.
- Hey, Butler -Ryan volteó a verlo antes de salir de la oficina- No solo vas por mí -le recordó. Ryan le guiño un ojo antes de salir de la sala- Ayúdame Dios.
Hola como estan espero que voten me sigan y comenten me haran feliz
Las invito a pasarse por mis otras novelas
Jessyroose
¡Besos!
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No te perdere (justin bieber & tu)ONE SHOOT Terminada
RomanceNo dejaba de preguntarse ¿que paso?¿no fui lo suficiente para el?¿que nos sucedio?esas y mas cosas rondaban por su cabeza, le dolio que la dejara, Ella lo queria pensaba que el era el indicado No podia dejar de llorar, ya se estaba quedando seca, m...