Chica de cristal

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Odio que las personas sean tan brutas, puede que me vean riendo siempre y bromeando, pero no soy una piedra, soy un ser humano sensible, y aunque no me vaya a quejar porque son cosas mínimas, me duelen.

¡Soy una chica de cristal!

Y deberían dejar de romperme porque se me acaba el pegamento, y éste no se consigue en todas las tiendas.

En fin, hoy quería hablar de otra cosa, decidí contar mi vida, a ver si suena interesante c:

Desde pequeña fuí muy risueña y extrovertida, a los tres años le pedí rogando a mi madre que me llevara a la escuela, ya que todos mis primos y mi hermana iban, y solía estar sola, pues... me aburría. He de ser la única niña en el mundo que pide ir al colegio... ¡Estaba loca!
Como estaba muy pequeña como para ir al colegio me inscribieron en el "jardín" o "escuela de lenguaje", era algo así para los niños que no hablaban bien y no pronunciaban bien, pero yo hablaba perfecto e incluso demasiado, nadie me callaba. En ésta especie de escuela, duré medio año, me expulsaron, ya que como sabía ya todo, distraía a los demas niños jugando. De todos modos lo disfruté.

Luego a los cuatro años me llevaron a "pre-kinder", allí duré unos tres meses, pues tenía que almorzar allá y era comida extraña, no hecha por mi querida madre, y me rehusaba a comerla, entonces las encargadas se quejaron y mi mami tuvo que sacarme.

No volví a acercarme a un establecimiento educacional hasta los cinco años en que entre a "kinder", este año comencé a usar lentes, por lo que me mantenía un tanto alejada de correr y ese tipo de cosas, por alguna razón que aún no logro explicarme, existía un leve rechazo por parte de una compañera, y éste poco a poco se le fué contagiando a los demás.

Y así desarrollé antisociabilidad, en la escuela era muy callada y no me involucraba con nadie (introvertida), pero en mi casa era la misma de siempre. El grupo de las chicas "cool", liderado por aquella niña a la cual nunca le agrade, siempre, siempre, siempre, buscaba una manera de humillarme, pero siempre, al parecer no tenían nada mejor que hacer.

Cuando ya tenía 10 cursaba quinto básico, este año me sentaron con un niño mas introvertido que yo, no sé de dónde saqué valor para hablarle y... me ignoró, eso fué frustrante, recuerdo que siempre escondía sus pruebas o las tareas, como si yo se las fuera a copiar. Supongo que el hecho de que él fuera así hizo que me esforzara en ser su amiga y lo logré. Llegó el momento en que me cambiaron de asiento y ya no me sentaba con aquel niño, (sino con otro que no es importante en la historia), sin embargo solía ir a su puesto a molestarlo, le escondía su mochila o le pedía respuestas de alguna cosa, aunque no las necesitara, y así me hice presente en su vida. Yo era algo así como un virus de computadora, esos que borras y vuelve a aperecer, y creo que lo sigo siendo.

Continuara!!! Chan chan chan

Mañana sigo... (/^w^)/

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