Capitulo 1: El comienzo de todo..

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Agatha Harkness nunca creyó que conocería el dolor de perder a un hijo hasta la muerte de Nicky, su amado hijo de seis años. La herida fue tan profunda que pareció insalvable, pero los caprichos del destino y la magia le dieron una segunda oportunidad de ser madre cuando quedó nuevamente embarazada de Río Vidal, la poderosa bruja y encarnación de la Muerte. Aun así, el miedo atenazaba a Agatha: temía que Río, su amante y protectora del otro lado, pudiera arrebatarle a esta hija de la misma manera que le arrebató a Nicky. Determinada a evitarlo, ocultó a la pequeña Cordelia del mundo, protegiéndola de cualquier amenaza, incluso de la propia Río.
Durante dos años, Cordelia fue el secreto mejor guardado de Agatha. Pero un día, en medio de un ritual donde Agatha absorbía la magia de un aquelarre, Cordelia desapareció sin dejar rastro. Desesperada, Agatha recorrió todo el bosque buscando a su hija, hasta que se encontró cara a cara con Río. Temiendo repetir con Cordelia el mismo destino que con Nicky, había enviado a la niña a otro tiempo y lugar, lejos de ambas.
Agatha, con los ojos llenos de desesperación, se adelanta, sus manos temblorosas extendiéndose hacia Río mientras la oscuridad que las rodea parece intensificarse. El dolor que arrastra durante siglos se convierte en un grito mudo, un eco de su alma rota.

— Tú.. ¿Dónde está?.. ¡Devuélvemela ahora mismo!..

Gritó Agatha nada más ver a Río con voz rasgada. Río, serena pero con el brillo de la tristeza en sus ojos, da un paso hacia ella. La Muerte, a pesar de su naturaleza implacable, se siente quebrada ante el sufrimiento de Agatha. Los recuerdos de la niña, tan pequeña y vulnerable, la atormentan tanto como a Agatha.

— No puedo.. Ella ya no está aquí.. Tuve que hacerlo Agatha, era lo mejor...

Respondía Rio bajando la mirada, intentando contener las lágrimas, pues aunque Agatha le había querido ocultar a la niña, Rio siempre las había estado observando desde las sombras.

— No... No puedes hacerme esto.. no otra vez.. Con Delia no!... Solo es un bebé.. Dame más tiempo por favor...

Gritaba Agatha entre lágrimas suplicándole que le devolviera a su hija. Sus palabras salen entre sollozos, como si fuera la última oportunidad de salvar a su hija. La magia que emana de ella comienza a desbordarse, pero la impotencia la hace sentir aún más frágil.

— No puedo, lo siento.. Tú sabes que solo hago mi trabajo.. Ella... Ella ya no está aquí...

Respondió Rio dejando a Agatha cayendo de rodillas, llorando con desesperación por la pérdida de su hija.

No puedo perdonarte... No esta vez, Río... No esta vez...

Murmurando entre sollozos Agatha, siguiendo en el suelo, su corazón destrozado por la pérdida, mientras la oscuridad parece envolverlas en silencio. La figura de Río permanece quieta, su rostro impasible, pero sus ojos traicionan el dolor que también siente. La Muerte sabe que ha tomado una decisión necesaria. Para Agatha, fue como una sentencia de muerte: Río le hizo creer que su pequeña había fallecido. A partir de ese día, Agatha nunca volvió a perdonar a Río, y un profundo resentimiento separó a las dos brujas por siglos.

La Heredera Oculta - AgathaRioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora