If you don't change , nothing changes - Tails x Reader

comodidad ( Movie!Tails x F!Reader )

୨୧⸝⸝˙˳⑅˙⋆꒰ 𖹭 ꒱⋆˙⑅˙˳⸜⸜୨୧

Te sentaste sin hacer nada en tu cama, con los ojos pegados a la pared que tenía frente a ti. Tu habitación estaba iluminada únicamente por la mínima luz del sol que se filtraba por las rendijas de las persianas. Tu teléfono estaba, apagado, sobre la mesilla de noche. Las luces estaban apagadas y el único sonido que se escuchaba era el del ventilador que colgaba del techo. Era cómodo, acogedor y una forma perfecta de echarse una buena siesta.....pero para ti no era ninguna de esas cosas.

Ya llevabas unas semanas así. Tu apetito había disminuido y la motivación para hacer cualquier cosa era mínima. Las únicas ocasiones en las que realmente salías de tu habitación eran para buscar la comida que sabías que necesitabas o para usar el baño. Aunque ya no tenías apetito, te obligabas a comer lo que podías. Sabías que, si no, tu cuerpo sufriría.....pero aun así era difícil. Ducharse era difícil. Usar el teléfono era difícil. Darte vueltas en la cama era difícil. Te sentías miserable y no tenías idea de por qué.

Te sentías vaga y triste todo el tiempo. Apenas hablabas con tus amigos porque enviar mensajes de texto era agotador. Aun así respondías a los pocos que estaban cerca. Sonic, Knuckles, Tom, Maddie, Tails.....Tus padres estaban preocupados por ti, no sabían qué estaba pasando. Intentaron hablar contigo, pero no podías explicarlo. Siempre terminabas llorando, llorando horriblemente en tus palmas.

Dejaste escapar un profundo suspiro por la nariz, cerrando los ojos mientras intentabas dormir. Habías estado haciendo eso mucho últimamente. Dormías horas esperando que te ayudara. No fue así. Lo empeoró, honestamente.

Un golpe en la puerta de tu dormitorio te interrumpió en tu lamentable intento de dormir una siesta. Al principio no te moviste, pero cuando la puerta se abrió lentamente, giraste la cabeza para mirar por encima del hombro. Una pequeña figura amarilla estaba parada en la puerta, con la mano apoyada en el pomo.

Giraste la cabeza hacia atrás para mirar hacia la pared por unos momentos, luego encontraste la energía para sentarte y mirar la figura. Era tu mejor amigo, Miles Prower, o Tails como lo llamaban la mayoría. El pequeño zorro genio que había llegado a la Tierra hacía unos meses. No se conocían desde hacía mucho tiempo, pero él era la persona más cercana a ti.

El zorro pequeño y amarillo se acercó a tu cama sin decir palabra, pero cuando lo miraste a la cara supiste que no hacía falta decir nada. Una mirada de profunda preocupación cinceló sus rasgos, sus grandes ojos azules llenos de preocupación.

- Tu mamá me llamó y me dijo que habías estado actuando de manera extraña, pero no esperaba esto. - Dijo, levantándose a tu lado en la cama. Él se acostó a tu lado, con el lado de su cabeza presionando suavemente la almohada a un lado de la tuya. Sus ojos de zafiro recorrieron tu rostro, asimilando lo que podía y evaluando la situación. -

Lo observaste por un momento, sin decir una palabra, luego cerraste los ojos. Una mano suave y enguantada se posó sobre tu hombro, lo que te hizo estremecerte ante el repentino afecto. Sentiste algo pesado en el estómago y luego el líquido acumulándose en tus ojos.

De repente, estabas llorando. Lágrimas saladas rodaban por tu rostro y las convertiste en tu almohada mientras dejabas escapar los sollozos más desgarradores que Tails había escuchado jamás. Se sentó y comenzó a frotar suavemente tu espalda, sus orejas se inclinaron al verte.