prologue

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PRÓLOGO

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𓏲࣪ 🪽

La vida de una sirvienta no era fácil, Dorota lo sabía sin embargo no podía quejarse de la suya. Estaba al servicio de los Targaryen, y aunque algunos nobles y campesinos no llevaban en su corazón a los miembros de la casa del dragón, ella en absoluto era tratada mal, al contrario, era mejor considerada de lo que los sirvientes de otras casas podían serlo. Sus padres habían servido bajo el reinado tardío de Maegor y sobrevivieron gracias a su buen trabajo. Luego sirvieron a Jaehaerys. Ella había seguido sus costumbres desde muy joven.

Podía pasar de la cocina a fregar el suelo, de lavar la ropa a ayudar a las princesas a vestirse o a peinarla. Realmente no le importaba lo que tuviera que hacer mientras se ganará el oro honradamente para ayudar a su familia.

Tenía doce días del nombre cuando empezó a trabajar y con quince veranos se convirtió en sirviente de la princesa Alyssa cuando esta estaba embarazada por segunda vez. Ella fue la única  que le tuvo paciencia a la princesa y su temperamento  a finales de su embarazo ya que se le había prohibido volar a lomos de su dragona por lo que siempre estaba irritada y se desquitaba con los demás.

Su deber era servir y lo hizo con esmero algo que Baelon y  Alyssa le agradecieron, el príncipe siempre se disculpaba con ella por el comportamiento de su esposa y luego más tarde cuando finalmente la princesa dio a luz también lo hizo completamente avergonzada de haber sido en sus propias palabras un ogro con ella.

Pronto se encontró cuidando al pequeño príncipe qué la pareja había recibido. Dorota se había encariñado con el príncipe Daemon, siempre que podía le daba regalos, por humildes que fueran él siempre los recibía muy contento. Le  gustaba ver a Daemon jugar, o comer los pasteles que ella  preparaba en las cocinas durante sus horas de trabajo. El que él le sonriera y le agradeciera le  encogía el corazón. Su favorito era Daemon.

Cuido al príncipe como si de su propio hijo se trataba incluso siendo más pequeña que la propia madre de este mismo, jamás le faltó el respeto a la princesa por supuesto y entendía que ella no era la madre del niño sin embargo lo amaba. También cuido de Viserys a quien también le guardo cariño, ella se encargó de cuidar a esos dos niños y lo hizo con el amor y respeto debido.

Y aunque ella no era más que un simple y humilde sirviente,  con el paso del tiempo se volvió cercana a Alyssa, siempre estaba a su lado nunca se despegaban la una de la otra, se volvieron como uña y mugre. Los demás sirvientes no vieron esto con buenos ojos, ni siquiera los nobles que encontraron poco noble ese cariño que  princesa sentía por ella. Algunos pensaban que los nobles debían quedarse entre ellos, los demás no eran nada más que nada sin embargo Alyssa jamás pensó eso.

Ella se volvió querida  por la pequeña familia real, Alyssa y Baelon sabían que ella era indispensable y le agradecian que cuidara y criara a sus pequeños. Dorota estuvo presente siempre, desde los primeros pasos de Daemon hasta el difícil tercer embarazo de la princesa Visenya y el príncipe Aegon quien lastimosamente murió siendo solo una pequeña criatura que no batalló para sobrevivir dejando a sus padres destruidos.

Dorota siempre recordaría esa noche, todo era un caos con partera, guardias y maestres corriendo por todos lados. Ella caminó lentamente por el pasillo de los aposentos de la princesa, escuchó los gritos horribles qué le perforaron los oídos,  se detuvo en la puerta, su corazón latía con fuerza y el miedo se instaló en su pecho, sintió  un sudor frío recorriendo su espalda, un viento de pánico la envolvió vio de reojo como la princesa estaba de cuclillas en la cama gritando con todas sus fuerzas mientras sollozaba desesperada.

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𝐭𝐡𝐞 𝐚𝐫𝐜𝐡𝐞𝐫; daemon targaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora