Martin apenas necesitó días para confirmarlo; dormir en la sentina era imposible. Al ser la parte más baja y el navío de madera, la humedad era incluso más insoportable que en el exterior, hacía un frío helador y podía sentir la presión del agua en su cabeza. Olía a rancio y estaba todo prácticamente oscuro, exceptuando un par de velas, que cada vez estaban más consumidas y cuya llama titilaba con cada impacto, amenazando con apagarse del todo.
Estaba prácticamente dormitando cuando la luz de un candil molestó su vista, ya acostumbrada a la oscuridad. Al otro lado del candil un chico cuyos ojos verdes le miraban con lástima, casi queriendo pedir perdón por las condiciones en las que se encontraba su aposento temporal y abrió la celda lentamente.
—El capitán quiere verte— le indicó mientras deshacía el nudo que ataba sus manos al mástil. —Puedo ver tu cara de preocupación. No te va a hacer nada malo, te lo aseguro. No habrías estado tanto tiempo aquí si no.
Asintió lentamente mientras se terminaba de liberar, sintiendo sus muñecas magulladas hormiguear al volver a ser libres.
—Has tenido mucha suerte de acabar en esta tripulación— dijo. —Aquí somos como una familia, trabajamos en equipo y el capitán valora nuestros trabajos. Sabe que esto no funcionará si no estamos.— el pirata seguía dándole plática mientras subían lentamente hacia la parte superior.—He estado en más embarcaciones piratas y te aseguro que no querría volver a una.
—¿Cómo te llamas?
—Todos aquí me conocen como Kiki— respondió el chico tras unos segundos de duda.
—¿Por qué es necesario tener apodos entre los tripulantes?— preguntó Martin, genuinamente interesado en el nuevo mundo en el que se estaba viendo inmerso.
—Por muchísimos motivos. Esta práctica está fuera de las jerarquías sociales y es evidentemente perseguida. Por ejemplo, imagínate que nos recluyen unos corsarios; no podrían identificarnos correctamente, ni siquiera torturando a nuestros compañeros. Bueno y ya no solo ejercer la piratería... Muchos de los nuestros forman parte de prácticas incluso más inmorales para ellos, como el matelotage— explicó, mirando atentamente las expresiones del novato, esperando que no mostrase ningún rechazo.
—¿Matelotage?— preguntó Martin sorprendido.
—Es una unión entre piratas, muchas veces varones, como un matrimonio...— Trató de explicar para que Martin pudiese comprenderlo.
—Sé lo que es el matelotage. Simplemente me ha extrañado, creía que todo eso eran habladurías y que apenas se practicaba. ¿Entonces tú tienes un matelot?— el chico preguntó curioso, pues recordaba haber leído sobre ello hace un tiempo, rápidamente escondiendo el libro como si estuviera haciendo una cosa peor que el pecado.
—No es mi caso— dijo riéndose levemente. —Estoy casado con una tabernera europea, Ruslana. Ella está en la isla Caimán ahora, que está custodiada por los nuestros. Nadie le puede hacer daño allí. Es una ruta recurrente para nosotros, nos gusta volver para tomar provisiones y descansar unos días con nuestras familias. Esta vida es muy solitaria, aunque no la cambiaría por nada— Kiki se paró entonces delante de una robusta puerta, correspondiente al camarote del capitán y picó la puerta un par de veces hasta que el hombre la abrió.
—Muchas gracias por traerlo, Kiki. Puedes entrar— indicó. El tripulante se despidió con un gesto y le ofreció una última sonrisa de aliento.
El ambiente era raro. Martin no sabía cómo proceder y se había quedado parado en mitad de la habitación esperando órdenes de su capitán que no llegaban.
—Siéntate Martin— ordenó entonces, como si estuviera diciendo una obviedad.
El chico se sentó rápidamente en una silla ligeramente carcomida por la sal. Le daba miedo que se derrumbara si se sentaba encima, pero la mirada severa sobre él no dejó espacio para sus dudas. En la mesa delante suyo había un amplio despliegue de mapas y papiros con anotaciones.
![](https://img.wattpad.com/cover/371537788-288-k569720.jpg)
ESTÁS LEYENDO
As sinners as saints
Fanfic"Pronto vimos que el amor Tiende a naufragar Si es en una sola dirección Y aprendimos a besar sin planificar" Donde Martin acaba en un barco pirata y los secretos empiezan a calar tan profundo como para derrocar al más buscado capitán