CAPITULO 7

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Y así fue como salve a Melodie de que la hicieran papilla y terminara en el hospital - Dijo Edgar explicando con soberbia

Yo diría en la funeraria - Dijo Matt telepáticamente

Aver aver, dejame ver si entendí, comenzaron a golpear a Melodie por qué la muy pendeja hizo que perdieran un partido que tenían ganado y ¿Solo por eso quisieron encenderla a golpes? -

Exacto -

Rayos, debí estar ahí para coleccionar su diente -

Pero hablando de eso, que buenas noticias, mira, justo busque y si se le cayó uno -

Que?! Porfavooooooor, dámelo dámelo - Montándose encima de Edgar tratando de quitárselo como si fuera una niña

Oye! Bajate de encima - Empujándola

Lo siento, es que de verdad no creí que fueras a conseguir algo asi, ¿Esto es enserio? -

Claro que no, solo es uno de goma que compre por ahí para gastarte está broma -

Que?! ¿Encerio me ilucionaste solo para burlate de mi? -

Lo siento, Collete, pero tocaba ponerte en tu lugar -

Collete solo le dió la espalda y comenzó a hacer pucheros como una niña

Ay vamos, no te enojes por eso -

Vete, no quiero estar contigo -

Pues ya que, mujeres - Dijo Edgar sentándose en la silla del mostrador mientras esperaba que alguien llegara a la tienda

Oye Edgar, ¿Porque crees que Griff nos pidió venir a atender su tienda si se supone que era tu día de descanso? -

No lo sé, pero suponiendo que le gusta la plata no me impresióna, de igual manera no tenía mucho que hacer después de esos últimos partidos haci que es una buena manera de pasar el tiempo... Supongo -

Justo en ese momento, la puerta se abrió con un tintineo y una figura conocida entró en el lugar. Janet, con su presencia llamativa y su actitud siempre tranquila, se abrió paso entre los estantes. Llevaba un conjunto casual pero elegante, como si acabara de bajar de uno de sus shows. Sus ojos, brillantes y juguetones, recorrieron los estantes, como si disimulara pasar por alli hasta posarse delante de Edgar.

Vaya, vaya, ¿quién diría que el emo tiene habilidades más allá de golpear gente? - Dijo Janet, acercándose al mostrador con una sonrisa traviesa.

Edgar alzó la vista de su celular, sus ojos oscuros encontrando los de Janet. No mostró ninguna sorpresa al verla allí, aunque una ceja se alzó apenas un milímetro.

¿Qué quieres, Janet? Si vienes a molestar, hoy no tengo tiempo para tus tonterías, mucho menos después de lo que pasó está tarde - Respondió Edgar con su habitual tono seco, pero había una chispa en su mirada, una mezcla de irritación y curiosidad.

Relájate, drama queen. Solo vine para comprar unos peluches... y quizás para pedir disculpas por lo ocurrido está tarde - Janet se apoyó en el mostrador, inclinándose un poco hacia él, dejando que su cabello rosa cayera sobre el mostrador. Había un brillo coqueto en sus ojos, disfrutando el juego.

Edgar frunció los labios, pero no pudo evitar que una ligera sonrisa se asomara. Tomó uno de los peluche que Janet quería y se aproximó a buscar los restantes. Mientras lo hacía, notó que Janet lo observaba con atención, sus ojos recorriendo cada uno de sus gestos.

—¿Qué? ¿Nunca has visto a alguien hacer su trabajo antes? —dijo Edgar, sin mirarla directamente, aunque el tono de su voz sonaba un poco menos hostil de lo habitual.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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