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Capitulo 19

El Arribo del Terror

La bruma de la mañana se arremolinaba alrededor del enorme barco que se acercaba a las costas de Isla Nublar. La imponente silueta de la isla se erguía frente a ellos, con sus montañas cubiertas de vegetación y sus playas desiertas. El ambiente estaba cargado de tensión.

Kenji se apoyó en la barandilla, mirando con una mezcla de emociones el lugar que había sido su hogar temporal y prisión. A su lado, su padre Daniel, con expresión serena pero calculadora, observaba la isla como un hombre que regresaba para completar un plan que llevaba mucho tiempo gestando. Mae Turner, con su semblante más serio que nunca, se encontraba cerca de ellos, con los brazos cruzados y los ojos clavados en el horizonte.

El barco desaceleró y las cadenas comenzaron a crujir. Una jaula titánica se encontraba en la bodega, oculta del sol pero imposible de ignorar debido a la presencia que contenía. Dentro de esa jaula, el Albino Terror descansaba, una bestia masiva que parecía un cruce infernal entre un Spinosaurus y un Tiranosaurio, con escamas pálidas y un brillo sanguinolento en sus ojos. Había sido capturado tras una operación desesperada, y solo el eco de sus rugidos era suficiente para helar la sangre de cualquiera que lo escuchara.

Kenji observó la jaula con ojos entrecerrados. Había escuchado los rumores: el Albino Terror no era solo una amenaza por su tamaño; violento y había causado estragos dondequiera que iba. Su padre había mostrado un interés particular en la criatura, y aquello solo aumentaba el temor de Kenji.

Daniel: Mae, asegúrate de que el sistema de contención esté operativo en cuanto toquemos tierra.

ordenó Daniel con frialdad. Sus ojos brillaban con ambición.

Mae asintió, aunque era evidente que se encontraba preocupada. Había visto de lo que era capaz la criatura. Sabía que cualquier falla en la contención significaría un desastre para todos.

El barco se acercó a un muelle improvisado, y los trabajadores comenzaron a maniobrar la jaula con sumo cuidado. Las gruesas cadenas que la aseguraban se tensaron, chirriando mientras la jaula era llevada a cubierta. Kenji sintió el peso de la situación apoderarse de él. Había sido testigo de la locura de su padre antes, pero esto... traer a una criatura tan peligrosa a la isla parecía un error garrafal.

El Albino Terror despertó al sentir el movimiento. Sus ojos rojos se abrieron de golpe y soltó un rugido que resonó en el aire, haciendo vibrar el barco entero. Kenji retrocedió instintivamente, con el corazón desbocado. Mae hizo una señal a los operarios para que redoblaran sus esfuerzos, mientras Daniel permanecía imperturbable, como si el peligro frente a ellos fuera solo un medio para un fin más grande.

Daniel: Tranquilo, hijo. Lo que estás viendo es el futuro. Solo necesitas entenderlo__ dijo con una confianza perturbadora.

Kenji no respondió. Solo podía pensar en cómo ellos, sus amigos y todo ser vivo en la isla estaban en peligro mortal. Y mientras el Albino Terror golpeaba las paredes de su jaula, supo que el destino de todos en la Isla Nublar estaba a punto de cambiar... y no necesariamente para bien.

El rugido del Albino Terror se desvaneció en la distancia, cubriendo la isla con un silencio inquietante. El grupo, liderado por Daniel y Mae, no perdió tiempo en su próxima operación. Antes de liberar al prototipo de depredador, debían asegurarse de capturar otros especímenes para reforzar sus planes.

La operación comenzó al amanecer. Kenji los siguió con una mezcla de resignación y culpa. No podía apartar la mirada del espectáculo que se desarrollaba frente a él mientras los equipos de captura, altamente equipados, cazaban a los dinosaurios con una precisión fría y despiadada. Los tranquilizantes silbaban en el aire, redes se disparaban y rugidos de resistencia llenaban el ambiente.