Eclipse

Capítulo 2.

Flashback

Mi cuerpo está entumecido. Estas personas no paran de hacerme preguntas sin sentido, preguntas que no tienen ningún interés para mí.

Estoy al borde del abismo. Desde ahora viviré una pesadilla hecha realidad. Ellos son mi tormento, y especialmente él:

Roderick Wilder.

Ese apellido resuena en mi mente, imposible de borrar. Necesito dejarme llevar por estas nuevas sensaciones; ya no hay lugar para debilidades. Lo aprendí a la fuerza, a través de esta tortura.

Se acabaron las debilidades, porque me arrebataron la única que tenía.

Ellos creen que me quebraron, pero se equivocan. Aprovecharé esta segunda oportunidad. Roderick Wilder, cometiste el peor error de tu vida: dejaste libre a una Blake.

—¿Quieres agua o comida? —pregunta una voz cercana.

—No lo intentes. No responderá —interviene lo que creo que es una enfermera.

—Está en estado de shock, pero por ahora, estable.

Pensé que tendría algo de paz al salir de estas cuatro paredes, pero afuera me espera una multitud.

—¿Cómo ocurrió?

Varias personas avanzan hacía mí.

—¿Por qué sólo tú? —me corta el paso una mujer.

No la miro ni respondo. La aparto de un empujón. Detesto estar rodeada de gente. Me subo la chamarra y me marcho. Estoy sola.

¿A dónde voy? ¿Acaso tengo un hogar? El sólo pensarlo me humedece los ojos.

Entro en una tienda buscando algo para comer; mi estómago ruge.

—Noticas de última hora —anuncia una voz desde un televisor cercano —. Fue hallada la única sobreviviente de la masacre: Alice Blake.

Mi atención se fija en la pantalla.

—Nos confirman que logró sobrevivir de esa noche terrorífica. Lamentablemente, los otros Integrantes no corrieron con la misma suerte.

Salgo enfurecida. Mis manos rebuscan en los bolsillos de mi chamarra hasta encontrar las llaves. Esta es la forma en que deben hacerse las cosas ahora. No tienen derecho a lucrar con mi tragedia.

Padre, te lo prometo: seré digna de esta katana.

Salgo de esa casa con un sólo propósito: destruir. La venganza es lo que único que me mantendrá en pie. Me encargaré de que paguen, gota a gota, todo el sufrimiento que nos causaron.

Me conocerán. Y no precisamente por algo bueno.

Fin del flashback

La música ensordecedora retumba mis oídos mientras esquivo las miradas insistentes de los hombres que se acercan a invitarme a bailar. Ninguno tiene éxito.

Estoy apresurada. Pensé que tomarían más tiempo en notar la ausencia de Charles. Me deslizo hasta la puerta trasera que conecta con el callejón. Antes de venir aquí a matarlo, estudié cada salida. Está es la más conveniente.

Las sirenas anuncian la llegada de la policía. Me alejo con calma, como si nada hubiera pasado. Sin embargo, un hombre corpulento me sigue. Giro en otra dirección, confirmándolo. Un guardaespaldas, seguramente.

De pronto, desaparece.

Miro a mi alrededor inquieta.

«Dos veces contando con esta, primero el tipo del Lamborghini y ahora...»