_No• SIETE _

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Habían pasado dos semanas desde el pequeño incidente de México, todo transcurrió normal después de que tomará la pastilla, claro que Alemania lo iba a molestar un buen rato con eso, pero no le importaba, su pequeño incidente no avanzo a más. Todo mejoró... Casi... Pues ahora venía otro problema y era su madre... Cómo ha pedido reguló esa situación, a veces lograba escapar para ir a verla... Sólo así pudo quitársela de encima por ratos, pero no contaba con algo, algo que sería mil veces peor que lo de su madre....

-  Muy bien Rusia, intenta enfocar el objeto - Le pidió el doctor mientras movía una pluma frente a sus ojos

- Rusia ya va a recuperar su vista, y tú aún con esas marcas. Ya espero el show - susurro mientras veía a México con una sonrisa

- Cállate pendejo, tengo mi gran aliado, la bufanda. - susurro igual para que Rusia no escuchará. - Además eso es lo de menos, por suerte no tendré un hijo

- No se cómo has sobrevivido tanto, literalmente eres un idiota

- Y tu un reverendo pendejo

- Muy bien - se alejo de Rusia y fue con Alemania y México - Tengo buenas noticias, su vista ha mejorado bastante, ya es capaz de ver, claro que es de manera borrosa, pero ya es un avancé

- ¿Que tan borroso? ¿Es un borroso cómo de borracho? ¿O cómo de borroso de alguien con miopía? - preguntó México, dejando confundido al doctor y a Alemania.

- Emh... Es borroso, puede distinguir las cosas pero... No enfoca su vista... Solo ve siluetas.

- Gracias doctor, volveremos en dos semanas - Agradeció Alemania para ir por Rusia y salir junto con México del consultorio

- Ya puedo abrazarte Mex - se acerco al Mexicano y lo abrazo, mientras seguían caminando.

- Eso es bueno Rus, pronto vas a poder ver cómo antes, y Alemania se irá por donde vino - correspondió el abrazo y sonrió Féliz por la situación. - Amh ... Y ya que... Te sientes un poco mejor ¿Habrá problema de que vaya con mi madre?

- ¿Que? Pero Mex... Ya comence a ver, creí que podríamos hacer más cosas juntos - dejo de abrazarlo y solo se agarraba de sus hombros.

- S...Si las haremos pero-...

- Vamos Rusia, deja que México se vaya con su madre - alejó a México de Rusia - tú y yo podremos estar solos y hablar, tengo muchas cosas de que hablarte - sonrió levemente y vió a México.

- ..... ¿Sabes qué? Déjalo así... Estoy seguro que solo llamándole estará bien... - suspiro resignado, sabía de que era capaz Alemania, lo malo es que no sabía que tanto le diría....

- .... Esta bien... Puedes ir. - habló Rusia no muy convencido, y se alejó de Alemania - Pero yo voy contigo.

Tanto Alemania cómo México quedaron boquiabiertos, Rusia jamás accedía a pararse a otra casa, más con una mujer problemática... Si bien a Alemania no le convencía, México estaba más que agradecido, y abrazo fuertemente a Rusia... No sabía cuánto más aguantaría ir a escondidas...

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Ambos llevaban un buen rato dentro del auto, México solo miraba su casa, siempre era lo mismo para él, tardaba demasiado en entrar, nunca sabía que era lo que se iba a encontrar... Y le aterraba, pero ahora era un tanto diferente

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Rosa MarchitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora