¡Sabor a Fresa!

odio las fresas

El profesor comenzó a tomar asistencia y Sergio se sintió aliviado al escuchar su nombre y confirmar su presencia.

"¿Alguien sabe quién es el nuevo estudiante?", preguntó el profesor, mirando a la clase.

Charles levantó la mano.

"Sí, profesor. Él es Sergio. Acaba de llegar de México", dijo.

El profesor sonrió.

"¡Bienvenido, Sergio! Espero que te sientas cómodo aquí. ¿Quieres presentarte a la clase?", preguntó.

Sergio se puso nervioso, pero Charles y Carlos lo animaron con una sonrisa.

"Sí, claro", dijo Sergio, poniéndose de pie.

"Me llamo Sergio Pérez. Soy de México y acabo de mudarme a Mónaco con mi familia. Me alegra estar aquí y espero conocerlos mejor", dijo

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Después de clases, Sergio salió de su salón y caminó hacia el comedor, esperando a su amigo Charles. Mientras caminaba, miró su reloj y vio que aún tenía unos minutos antes de que Charles llegara.

Al llegar al comedor, Sergio se sentó en una mesa cerca de la ventana y sacó su teléfono para revisar sus mensajes.

En ese momento, Charles y Carlos llegaron al comedor.

"Hola, Sergio. ¿Qué tal tu primer día?", preguntó Charles.

Sergio sonrió.

"Estuvo bien, gracias. Me gustó la clase de historia", respondió.

Carlos se sentó enfrente de Sergio.

"¿Y qué tal con el profesor? ¿Es estricto?", preguntó.

Sergio se encogió de hombros.

"No parece serlo. Pero aún es pronto para saber", dijo.

Los tres amigos pidieron comida y comenzaron a comer y charlar.

Charles mencionó una fiesta que se celebraría ese fin de semana.

"¿Quieres venir, Sergio? Será divertido", dijo.

Sergio se sintió emocionado.

"Me encantaría. ¿Dónde es?", preguntó.

Charles sonrió maliciosamente. "Será en mi casa. Voy a tener la casa sola por una semana, así que me va a servir".

Sergio se rió mientras comía su manzana. "Me parece bien, le comentaré a mis padres a ver si me dejan", dijo, su voz llena de entusiasmo.

Carlos levantó una ceja. "¿Una fiesta, Charles? ¿Estás seguro de que tus padres te dejarán?"

Charles asintió confiadamente. "Claro que sí. Van a estar fuera de la ciudad por una semana. Es la oportunidad perfecta para celebrar".

Sergio se emocionó aún más. "Vamos a hacer que sea inolvidable. ¡Vamos a planear la mejor fiesta de la ciudad!"

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Después de terminar de comer y haber platicado emocionados sobre la fiesta, los tres amigos se levantaron de la mesa y se despidieron.

"Bueno, nos vemos en la próxima clase", dijo Charles.

"Sí, y no te olvides de hablar con tus padres sobre la fiesta", agregó Carlos.

Sergio asintió, mientras pensaba en la conversación que tendría con sus padres. "Espero que me dejen ir", se dijo a sí mismo, con una mezcla de ansiedad y esperanza.