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¿Que cambia cuando cumples 20 años?
Bueno en mi caso debo estar entrenando todas las mañanas desde las cinco a nueve de la noche, no sé cuando cambio tan rápido mi vida, antes de cumplir veinte era libre, bueno no tanto pero no debía de pelear oh entrenar.
Ahora si. ¿Por qué? Pues.... es simple
Mi familia es la mafia de Rusia y poderosa, mis hermanas luchan y entrenan día y noche, nunca mire verlas descansar.
Y ahora me toca a mí, hay que estar preparadas ¿no? por si algo llega a salir mal.
" por qué te preocupas?"
Y esa es la pregunta que me hago todos los días, por veces siento que algún día se acabará el poder y nos derrumbarán, en mi familia no hay nadie negativo, solo yo. Por veces.
Odio esto, odio esta vida.
— Rose!! — mamá me llama desde lejos, me dificulta respirar... estoy muy cansada son las doce del medio día, no eh desayunado y solo tengo diez minutos de descanso.
Camino hasta donde mamá me llamo.
— ¿Qué pasa? Madre. — mi pecho sube y baja rápido. Me cuesta volver a respirar normal, las prácticas son que te mueres.
— Tu padre quiere verte en el despacho. — no me muevo. — Ahora!
Obligó a mis piernas caminar me duele todo el cuerpo, pero no debo de tirar la toalla, camino hasta el despacho de papá y estando en la puerta la abro y ahí está, en su asiento recibiendo llamadas y documentos.
— Querías verme. — cierro las puertas detrás de mí y me acerco al escritorio.
— Si. Toma asiento por favor.. — pide señalándome las sillas, me siento en una de ella.
Espero a que vuelva a decir algo.
— Como ves ya no eres la niña de antes Rose, ya eres una adulta debes de cuidarte la espalda y no confiar en nadie, ni en mí ni en tu madre, en la mafia no existe la confianza, por qué no sabes si el más cercano te está traicionando.. — Y es verdad, tiene razón. — Ahora lo que quiera decir.
Toma una bocanada de aire.
— Es que debes de hacer tu primera prueba, quiero ver si estás lista para enfrentar ya nuestras guerras... — dice papá, abro los ojos de sorpresa..
— P....pero apenas vengo empezando, no sé mucho.. — digo tan rápido..
— Lo sé, pero créeme que donde te mando te enseñarán más.
— Papá...
— Ya dije Rose, mañana partes a Roma. — deja la plática metiéndose en una llamada.
Salgo del despacho de papá y me dirijo a mi habitación, cierro la puerta de un portazo y saco toda mi rabia...
" como se atreve, apenas vengo empezando ni llevo un mes y ya me quiere mandar a pelear? Está loco... "
