La sangre goteaba de sus manos como el rocío de la mañana. Era una sensación conocida, el mismo nauseabundo fuerte olor a hierro, el cálido líquido carmesí empapando sus pieles.
Tres hombres, destinados al mismo abismo, con vidas distintas.
Cada cabeza es un mundo, se dice.
Si había algo que los unía más allá de lo corporal, era sin duda el constante derramamiento de sangre en sus flácidos dedos. Como si fuera alguna clase de ritual para recordarse así que aún estaban cuerdos.
Un día, como si algo se hubiera despertado en ellos. Tres hombres jóvenes cometieron atrocidades en cada punto del pueblo donde vivían. La misma noche, a la misma hora, como si hubiera sido planeado.
No eran conocidos, ni siquiera se habían visto alguna vez en sus vidas, pero por obra del destino se vieron envueltos en un crimen en la misma fecha, dándole fin así a sus cotidianas vidas siendo dos esposados y uno enviado a emergencias.
Un intento de suicidio, un hombre desaparecido encontrado por última vez en un apartamento y un drogadicto creando el caos en un callejón.
Así fue como dos terminaron siendo enjuiciados mientras que el otro se curaba de sus heridas profundas en sus muñecas.
Nunca estamos solos en nuestros antibajos. Seguro hay una persona pasándola peor al otro lado del mundo, esa es la única verdad. Estos tres hombres nunca pensaron que ese acontecimiento marcaría sus vidas para siempre, y qué con esto, terminarían conociéndose.
Nunca se puede deducir el futuro.
Satoru Gojo, internado por su familia, la causa varios intentos de suicidio. Terminaron por darse cuenta de que era un peligro inminente y no era seguro que siguiera en las calles por su falta de competentividad.
Toji Zenin, para limpiarlo de las drogas ingeridas y su vicio por estas mismas, además de ser un peligro inminente en potencia. Había sido ingresado contra su voluntad por orden del estado y el juez.
Nunca en su vida había pensado en recuperarse y tampoco planea hacerlo, verá como se las ingenia.
Por último, Suguru Geto. Fue el último en entrar ya que había pasado por una exhaustiva investigación la cual terminó en que tenía problemas mentales que lo llevaron a actuar de esa manera en contra de su voluntad.
Ni siquiera estaba seguro de si ellos tenían razón al respecto. La única verdad es que odia a los humanos y sería capaz de exterminarlos con sus propias manos. Odia la injusticia de esta humanidad y como hay personas que andan tranquilamente en las calles cuando han cometido atrocidades.
Si nadie tomaba carta en el asunto él sería el juez que los ejecute.
Era bien conocido que los internados no eran los lugares más estéticamente acogedores. Encontrarse a alguien fuera de sus cabales sería lo más común en una estadía en esas cuatros paredes. Desde drogadictos al punto de golpearse contra la pared por abstinencia hasta varias enfermeras agarrando a una persona para inyectarle.
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straitjacket ; tojisatosugu
Fanfiction❝El lado oscuro del amor. La cara inversa que nadie está dispuesto a mostrar. Tres hombres a los cuales la vida les dió la espalda, teniéndose solo a ellos mismos en esas cuatros paredes blancas, llamado internado. Cuando nunca has recibido amor, n...