capítulo 5

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confrontación luz y oscuridad.

[Charlie, en su habitación, se sienta al borde de la cama. Sus pensamientos giran alrededor de la llamada con su padre, cada palabra repitiéndose como un eco venenoso en su mente. Sus manos tiemblan, no de miedo, sino de ira. Finalmente, deja escapar un largo suspiro y se recuesta, buscando un respiro en el sueño.]


[El mundo a su alrededor cambia, distorsionándose. Charlie se encuentra en un espacio vacío, oscuro y sofocante, pero con un aire cargado de energía y rabia. Frente a ella aparece una figura. Es una versión de sí misma, pero diferente: los ojos brillan con un rojo intenso, el cabello parece moverse como si estuviera en llamas, y su sonrisa está llena de burla y veneno.]

Charlie dark: (Con voz seductora y burlona) Oh, por fin estamos solas, tú y yo. ¿Te has preguntado qué tan lejos llegaríamos si dejaras de resistirte?

Charlie: (Frunciendo el ceño, tensa) ¿Quién eres? ¿Qué estás haciendo aquí?

Charlie dark: (Riendo suavemente, como un susurro venenoso) Soy tú, querida. La parte de ti que has estado intentando enterrar. Tu furia, tu odio, tu verdadera fuerza. Vamos, no finjas que no me reconoces. Soy la que susurra cuando ellos te subestiman, la que grita cuando ese maldito quiere controlarte.

Charlie: (Cruzándose de brazos, firme) No eres más que un reflejo distorsionado. No eres yo.

Charlie dark: (Inclina la cabeza, con una sonrisa maliciosa) ¿No soy tú? Qué divertido. Entonces, ¿por qué siento lo mismo que tú? ¿Por qué comparto tu rabia? ¿Por qué escucho tus pensamientos más oscuros? Vamos, Charlie. Deja de luchar contra lo inevitable.

Charlie: (Apretando los puños) No eres yo. Yo elijo quién quiero ser. No me definirás ni tú, ni Lucifer, ni nadie.

Charlie dark: (Acercándose con movimientos felinos, sus ojos brillando intensamente) Ah, sí, esa linda idea de libertad. Pero dime, ¿cómo planeas ser libre cuando estás encadenada por tus propios miedos? Mírame, Charlie. Yo soy lo que necesitas. No más dudas, no más debilidad. Conmigo, nadie podrá someterte. [Se inclina hacia Charlie, susurrando con veneno] Sólo tienes que dejarme tomar el control.

Charlie: (Retrocediendo un paso, con la mirada fija en la otra versión) ¿Control? ¿Eso es lo que quieres? Que me convierta en un monstruo, igual que mi padre.

Charlie dark: (Riendo, burlona) ¿Monstruo? ¿Por qué siempre lo ven como algo malo? ¿No es él el rey del infierno, el maestro de la manipulación? ¿No es eso poder? ¿Acaso no deseas sentirte así, invencible, inquebrantable? Admítelo, Charlie. Parte de ti quiere que todos paguen por lo que te han hecho.

Charlie: (Con voz temblorosa, pero desafiante) Claro que estoy furiosa. Claro que estoy cansada. ¡Pero no voy a convertirme en lo que odio para demostrarlo! No necesito ceder al odio para ser fuerte.

Charlie dark: (Riendo más fuerte, con un tono burlón) Qué discurso tan conmovedor, pero sabes que es mentira. Esa fuerza que sientes ahora… esa furia… soy yo. Si te deshaces de mí, ¿qué te queda? ¿Esa dulce niña que intenta redimir a las almas del infierno? [Se ríe cruelmente] Qué patético.

Charlie: (Firme, avanzando hacia su otra versión) Lo que me queda es algo que tú nunca entenderás. Mis amigos, mi humanidad, mi esperanza. Eso es lo que me hace fuerte, no tú, ni mi ira, ni mi maldito "destino".

Charlie dark: (Mirándola con una sonrisa torcida, los ojos estrechándose) Interesante. Sigues creyendo que puedes manejar esto sola, ¿eh? Muy bien, pequeña Anticristo. Pero no olvides algo: yo soy parte de ti. Y siempre estaré aquí, esperando el momento en que caigas… porque caerás.

Charlie: (Mirándola directamente a los ojos) Entonces espera todo lo que quieras. No me importa cuánto tiempo te tome. Nunca te dejaré ganar.

[La figura de Charlie dark comienza a desvanecerse, pero su sonrisa persiste en la oscuridad. Antes de desaparecer por completo, susurra con una voz cargada de malicia.]

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