Los márgenes del juego

Capítulo 12

Poppy

Mi novio sale de la ducha y me encuentra acostada en la cama con las piernas abiertas sufriendo. El maldito se ríe.

Se está riendo de lo que el mismo provoco.

-No te rías, Maximo-gruño-. Tú lo provocaste, me dejaste incapacitada. No puedo cerrar las piernas y estoy toda pegajosa.

-Tu lo pediste, amor -me sonríe-. Te di dos opciones, y elegiste esta. ¿Te sabes la tercera ley de Newton?

-Toda acción tiene una reacción de igual intensidad pero en sentido opuesto -me tapo la cara con la almohada.

-Si amor, tu acción fue abrirme las piernas y pedírmelo duro para sentir placer y la reacción es el dolor que sientes ahora-se acerca-. Déjame llevarte al baño. Por más que me encante verte con las piernas abiertas con mi semen en tu coño tienes que lavarte.

Se para en el borde de la cama y extiende los brazos para levantarme. Cuándo me toma las piernas y me las cierra lanzo un quejido de dolor.

-Mierda-me mira la entrepierna y las sábanas manchadas de sangre-. Sigues sangrando, amor.

-¿Es normal? -jadeo.

-No es normal, tuvo que ser solo un poco al romper el himen pero te estas desangrando-señala-. Te voy a llevar al hospital tranquila, mi amor.

No refuto porque tiene razón, estoy sangrando mucho. Se va al armario y vuelve con una bata que me coloca ya que por razones obvias un pantalón no es una opción.

Después de colocarme la bata entre quejidos me lleva al auto en brazos en modo princesa desangrándose.

-Deja de sangrar por favor, mi princesa -se desespera manejando-. Amor, deja de sangrar que me estas asustando.

-Como si pudiera, joder -he perdido mucha sangre y estoy muy mareada-. No hables estupideces y maneja que esto es tu culpa.

Pisa el acelerados a fondo y en pocos minutos llegamos al hospital.

-Algún doctor ayúdeme -grita en la sala de urgencias conmigo en brazos somnolienta por la pérdida de sangre-. Mi novia está sangrando mucho.

Apenas notan mí presencia, vienen dos enfermeras corriendo con una camilla. Maximo me sube a ella y las enfermeras me llevan corriendo a un box de urgencias.

-Señor, no puede venir-escucho como dice una de las enfermeras después de examinarme con dos doctores más-. Perdió mucha sangre, y sigue sangrando. La vamos a sedar, tenemos que operarla de urgencia, tiene un desgarre muy grave. ¿Sabe con qué se lo hizo?

-Yo voy a estar con ella cuando la operen quieras o no, soy el puto dueño de este hospital y se hace lo que yo diga. Y no tengo que darle explicaciones de como mi miembro la desgarro.

Maximo

JODER, LA DESGARRE.

Casi mato a mi princesa. Ahora si la puñetera tercera ley de Newton está haciendo de las suyas.

Estoy yendo al quirófano donde ya esta mi princesa, apenas entro me pongo una mascarilla y un traje azul esterilizado, me veo ridículo pero no la voy a matar por alguna infección.

Tiene una máscara de oxígeno, está anestesiada, le están dando sangre y suero, llevan ya dos bolsas de sangre porque no pueden parar el puto sangrado.

Hay dos doctores tocándole el coño y quiero cortarles las putas manos por estar tocando lo que es mío, no me importan que sea su trabajo.

Pero hay una opción más para que no la toquen.