Entre Sombras y Mentiras"

capitulo 2: Jonathan

Jonathan:

Siempre he tenido el control. La gente me respeta, me admira, y si no lo hacen, simplemente no les presto atención. Me he mantenido alejado de los dramas, de las complicaciones innecesarias. El fútbol es lo mío, y esa rutina me mantiene ocupado. Pero todo cambió cuando la vi.

Elizabeth. No sé qué fue lo que me llamó la atención de ella, pero algo en su presencia me hizo detenerme. Estaba allí, caminando por el pasillo con esa actitud que no te permite leerla, esa forma de caminar con los ojos al suelo, como si quisiera evitar que alguien la viera. Eso me intrigó. No era como las otras chicas. Las demás te miran con ojos brillantes, con esa admiración tonta, pero ella... ella me miró con una mezcla de indiferencia y algo más. Algo que no pude descifrar.

Cuando nuestros ojos se encontraron, algo dentro de mí se despertó. No fue solo una mirada, no. Fue como si ella me hubiera retado a entenderla, a descubrir qué había más allá de su fachada fría. Y eso me picó la curiosidad.

"¿Quién es ella?", me pregunté. No soy de los que se enamoran fácilmente, ni de los que se sienten atraídos por cualquier chica que pase, pero Elizabeth... tenía algo. Y no podía dejarlo pasar.

Esa tarde, me encontré con ella en el baño. Fue un impulso, algo que no pude evitar. La miré y, sin pensarlo demasiado, le dije:

—Te vi antes, en el pasillo.

La vi dudar por un momento, como si no supiera si responder o ignorarme, pero la tensión en el aire era palpable. Algo estaba pasando entre nosotros, y aunque no sabía qué era, sentí que no debía dejarla escapar.

Ella me miró con esa expresión cerrada, esa mirada desafiante, y eso solo me hizo querer saber más. ¿Qué esconde? ¿Por qué no es como las demás? Estoy acostumbrado a tener el control, pero con Elizabeth, no sé si tengo las riendas.

No me dio una respuesta clara, solo pasó de largo, pero su presencia aún seguía ahí, rondando en mi cabeza. Algo me dice que este no es un simple juego, que aquí hay algo más. Y por primera vez en mucho tiempo, no quiero soltarlo.