"Estos juegos de presión y agilidad mental son marca de sofisticación en esta vida, mover soldados en una simulación de guerra es símbolo de inteligencia, pero cuando ves la charla amena entre dos jugadores luego de la partida en cualquiera que sea el sitio donde se desarrolla la escena, piensas en la relajación mental. Se ríen y sonríen mutuamente, toman un té o quizá un café, lo disfrutan... Pero para ambos apenas comenzó la verdadera partida...
Primero se mueve una sonrisa a B4, en seguida un cumplido en C2, tal vez algún dato tonto podría contraatacar al silencio incómodo... Ups! Una mirada juzgadora se comió la pieza de la sonrisa, pero rápidamente la remplaza por una risa nerviosa todos defendiendo la pieza gobernante "la relación humana" ... De repente se añaden más jugadores, ahora hay más de un tablero al frente, algunas jugadas se ponen peliagudas la pieza de las palabras hirientes mató piezas importantes de protección como la risa o la paciencia, hay tableros en los que ya hicieron jaque mate y cada caso es distinto porque no siempre se puede usar de la misma manera un recurso en dos partidas diferentes..."
"Espera... Respira... Cuenta gatitos de tres en tres, dale un sorbo a ese café y tiremos la estrategia segura."
—¿Cómo aprendiste a jugar al ajedrez?
Al final del día siempre fue tan solo una charla con té y café...
