His genius wife is a superstar

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 La mirada de un depredador

Hablando de personas que despertaban los instintos de combate de René Alejandro, había alguien más que lo impulsaba a mirar dos veces. Más que una segunda mirada, en realidad. No pudo evitar echar unas cuantas miradas furtivas a Iris Long con el rabillo del ojo.

Para él, la mujer no tenía nada de especial. Sí, era despampanante, pero Emilio Miguel era más hermoso que ella, al igual que el asesino era más hermoso que la mayoría de las personas del mundo. Por lo tanto, René Alejandro personalmente no estaba tan impresionado por la belleza de Iris.

No podía precisar exactamente qué era, pero había algo en ella que lo molestaba cuanto más permanecía en su presencia. Trató de analizar lo que le decían sus instintos, pero ninguna de las posibles conclusiones tenía sentido para él.

Su instinto le decía que Iris Long podría representar un peligro para él, pero al mirarla, podía decir que era una persona genuinamente amable, aunque demasiado brusca en sus palabras. Simplemente no podía ver cómo ella podría ser peligrosa para él.

En cuanto a juzgar sus habilidades de combate, destrezas o incluso su potencial, René Alejandro todavía no podía percibir nada especial en ella. Según el dossier que tenían sobre ella, entrenó en Systema con Yu Mo durante casi dos años, pero dejó de hacerlo hace unos meses, posiblemente debido a que resultó herida en el incidente de la bomba y también por su embarazo. René Alejandro estaba seguro de que una celebridad femenina como ella solo estaba incursionando en Systema para mantener su figura y no porque fuera seria en su búsqueda de las artes marciales.

No importaba cuántas veces la examinara, todo lo que podía ver era una debilucha. Su cuerpo era demasiado frágil. No podía compararse con un cuerpo robusto, musculoso y fuerte como el de su amiga y ex guardaespaldas, Jiang Ying Yue. René Alejandro estaba seguro de que podría aplastar los huesos de Iris Long con solo sus manos desnudas antes de que ella pudiera gritar pidiendo ayuda.

Entonces ¿por qué se sentía tan incómodo en su presencia?

Evaluó su propia reacción mientras se aseguraba de que los demás no notaran sus miradas secretas sobre ella. Se sentía como ver a alguien a través de un cristal empañado. La silueta parecía inofensiva al principio, pero su mirada era como la de un depredador. Sin embargo, era tan sutil que comenzó a dudar de la precisión de su propio juicio. Era una sensación extraña que le dejó un mal sabor de boca.

"Tal vez mis instintos estén trastornados por todas las discrepancias entre nuestra investigación y la situación real que estoy presenciando de primera mano".

No creía que una mujer débil como Iris Long pudiera ser realmente peligrosa para él y la misión. Alguien como Wang Yingjie y el propio Jin Liwei deberían ser las personas principales con las que siempre debería tener cuidado.

El doctor Wang Yingjie no habló mucho con él después de que Yu Mo los presentó. A René Alejandro le vino muy bien porque no quería tener nada que ver con el hombre, especialmente después de categorizar a Wang Yingjie como alguien peligroso. Desafortunadamente para él, Yu Mo y Jin Chonglin se quedaron con Wang Yingjie para charlar. [Lea los capítulos oficiales en W ebnovel (punto) com. Por favor, deje de apoyar la piratería. Siga también al autor en Instagram: @arriacross]

René Alejandro aprovechó la oportunidad para disculparse y dirigirse al baño. Había uno dentro de la habitación, pero estaba ocupado. Salió de la habitación y preguntó por el baño más cercano. Un criado lo guió hasta allí.

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Iris observó cómo el español salía de la habitación. Jin Liwei siguió su mirada.

"¿Qué pasa, amor?" preguntó en voz baja.

Ella negó con la cabeza.

Wang Yingjie finalmente regresó con su grupo y se sentó con un suspiro de cansancio. Observó a Iris de arriba abajo, con la mirada fija en su vientre.

"¿Cómo va tu ingesta de alimentos? ¿Aún tienes problemas con el apetito? Eres demasiado pequeño".

Se tocó la barriga. La barriguita apenas se notaba debajo de la ropa.

"Estoy comiendo mejor desde que llegaron los padres de Dom. La tía Reina sigue dándome comida filipina deliciosa".

Jin Liwei asintió, pero no pudo evitar mostrar preocupación después de que su segundo hermano dijera que su esposa era demasiado pequeña. De hecho, apenas se notaba a pesar de estar al final de su primer trimestre, sin mencionar que estaba embarazada de gemelos.

"¿Cuánto tiempo llevas de embarazo, Xiulaaaaaaan?", interrumpió Wei Lan.

Iris se lo dijo.

Wei Lan hizo un gesto despreocupado con la mano antes de decirle a Wang Yingjie: "No se preocupe demaaaaasiado, querido señor doctor. Es bueno que Xiulan siga delgada y que no haya engordado todavía después de quedar embarazada. Significa que mi hija heredó mis faaaaaabulosos genes. Cuando estaba embarazada de ella en aquel entonces, mi barriga recién empezó a moverse alrededor de la mitad de mi segundo trimestre. Era una bebé tan pequeñita y aun así me desgarró la vagina. ¡Me dolió muuuuuuucho!".

"Madre, eso es demasiada información."

Wei Lan se rió y los dejó para unirse a otro grupo. Iris y Jin Liwei miraron a Wang Yingjie.

"Parece que lo heredaron de su madre", dijo Wang Yingjie a la pareja mientras señalaba el vientre de Iris, que aún parecía plano para quienes no lo miraban con suficiente atención. "Pero no lo acepten tan fácilmente. Es mejor tener bebés de tamaño normal. Si son demasiado pequeños, tendremos que averiguar por qué".

Iris asintió y se acarició el vientre.

Wang Yingjie bostezó. "Voy a tomar una pequeña siesta. Apenas puedo mantener los ojos abiertos. Tercer hermano, despiértame cuando sea la hora de cenar".

Jin Liwei estuvo de acuerdo y observó a su segundo hermano alejarse para buscar un lugar relativamente tranquilo para tomar una siesta. Wang Yingjie parecía haber encontrado a Meimei y a Ice Cream durmiendo, por lo que buscó otro rincón escondido.

Iris se volvió hacia su marido. "¿Por qué no han llegado todavía el abuelo Lu, el hermano mayor y la hermana mayor? La cena será en unos minutos. A este ritmo, van a llegar tarde".

"Si llegan tarde, pues llegan tarde", respondió Jin Liwei en tono indiferente.

"¿Qué? ¿Sabes algo?"

"En."

"Dime."

No dudó y le susurró lo que sabía. Los ojos de ella se abrieron y brillaron de emoción. "¿En serio?"

"En."

Ella se puso a llorar sin control. Él suspiró y le besó la mejilla.

"No se lo cuentes a los demás, amor. No nos corresponde revelarlo".

—Está bien —se acurrucó en sus brazos con una suave sonrisa en el rostro—. Estoy tan feliz... Esta Navidad será la mejor hasta ahora.