𝖃𝒆𝒏𝒐𝒈𝒍𝒐𝒔𝒊𝒇𝒊𝒍𝒊𝒂 // 𝕳𝒂𝒓𝒄𝒐

𝕴.

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𝔘𝑛𝑎 𝑖𝑑𝑒𝑎

Para nadie en todo Hogwarts era secreto la extraña relación entre Harry Potter y Draco Malfoy.

Y es que pese a ser de la misma casa, ambos chicos constantemente tenía extrañas riñas, muchas de ellas provocadas por la extrema arrogancia que tenía el rubio.

Después de todo Harry fue criado por su padrino Sirius, un hombre que odiaba el sistema y constantemente lo desafiaba, tanto que se emancipo de su familia apenas cumplió los diecisiete.

Sirius no creía en la superioridad de sangre.

Mientras que Draco fue criado por Lucius Malfoy, el hombre más elitista y pro sistema que alguien jamás podía conocer, un orgulloso sangre pura que veía por encima del hombro a todos los demas.

Lucius creía que la magia era solo para los sangre pura.

Evidentemente tales extremos de crianza harían a ambos chicos ser polos opuestos, y tener que convivir diariamente, prácticamente casi todas las horas del día, los hacía pelear todo el tiempo.

- Cierra la boca Malfoy - demandó Harry, el rubio río fuertemente.

- Tu cierra la, tu estúpida voz chillona me irrita, alfa idiota - demandó de igual forma Draco, sonriendo con arrogancia al ver a Harry apretar sus puños y oler el aroma de Harry amargarse.

Harry y Draco peleaban desde que entraron a Hogwarts, desde su primer año pasaban cada segundo del día estaban gritandose y golpeándose, ganándose demasiados castigos y regaños, pero la llegada del tercer año lo cambio todo.

Fue en ese año que ambos revelaron sus castas, dando como resultado a Draco como omega y Harry como alfa, ocasionando un pequeño gran problema en su dinámica de pelea.

Ahora Harry no podía golpear a Draco, por qué el era un omega, y si bien Harry creía que eso no le impedía tratarlo como siempre, si creía que quizás golpearlo era muy violento. Además se negaban rotundamente a usar su voz de mando sobre el rubio, según sabía por la madre de Ron, Molly, una omega, escuchar la voz de mando de un alfa era absolutamente desgarrador, y no quería ser un monstruo.

Así que en vista de que tenía ciertas desventajas morales, ahora Draco se tomaba las libertades de insultarlo tan doloroso y punzante como fuera posible, y lo único que Harry podía hacer era apretar los dientes y resoplar y eso solo parecía divertir aún más a Malfoy.

- Eres muy lento cararajada - atacó el rubio - Para ser un alfa eres idiota, que lástima que seas Slytherin, una vergüenza sin duda - comento con burla.

Harry le miro molesto, quería golpearlo, mucho, tenía demasiadas ganas de hacerlo, pero se contuvo.

Después de todo, podían llamarlo alfa idiota si gustaban, Harry creía que Draco era muy frágil.

Si, quizás estaba mal pensar eso, Harry lo sabía, por eso nunca lo decía en voz alta, pero Draco era un omega frágil, o al menos así lucia.

Con su piel pálida casi traslucida, sus ojos grises con un cuarto de azul, su cabello rubio platinado que casi llegaba a sus hombros, y su delgada figura, huesuda y con rasgos afilados. Harry no podía evitar pensar que si lo tocaba lo rompería.

Algo extraño ya que solo dos años atrás todo lo que quería era romperle la cara, ahora igual quería hacerlo, pero ver la pequeña figura de Draco tan frágil lo hacía quitar esa idea de su mente.

Harry suspiro y paso una mano por su cara.

- Jodete mucho hurón - se atrevió a decir, el rubio río fuertemente.

- Te has vuelto malo para insultar cuatro ojos - se burló, Harry apretó los labios.

No era eso, se le ocurrían tantas cosas, quería decirle tanto, pero sonaría muy violento, ahí estaba la cosa, lo que mas irritaba a Harry.

Sabía que si insultaba y molestaba a Draco como en sus primeros años, se vería como un idiota alfa agrede omegas, y el no era así, solo odiaba a Malfoy, no a los omegas.

Si tan solo lo pudiera insultar, insultarlo de verdad, y que nadie le dijera nada sobre que lastimaba los sentimientos de Draco.

Una sonrisa se formó en sus labios, claro, como lo había olvidado, podía hacerlo.

- Sabes que, ya me aburriste Malfoy - comento fingiendo no tener interés el de lentes, Draco arqueo una ceja, mirándole dudosamente - Nos vemos luego, maldito imbessil - siseo con burla el moreno.

Draco quedó pasmado, Harry casi pudo jurar haber visto su rostro sonrojarse, pero ignoro esa idea con rapidez y se largo de ahí.

Ahora podía decirle todo lo que quisiera a Draco y nadie le diría nada.

"Que listo eres Harry Potter"

ＮＵＥＶＯ ＣＡＰＩＴＵＬＯ ＣＡＤＡ
ＳＡＢＡＤＯ Ｙ ＪＵＥＶＥＳ