eight.

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Harry caminaba sin rumbo alguno en las calles, había hecho algunos trabajos, y así se ganó un poco de dinero. Decidió ir a una cafetería y saciar su hambre, pero su mente le hizo una mala jugada.

—¿Iremos a comer, Hazz? —la mano del ojiazul se entrelazó con la de él, y Harry asintió con una sonrisa.

Entraron a la cafetería, y el sonido de la campana sonó de inmediato, las miradas de todos se posaron en él, pero segundos después siguieron haciendo sus trabajos.

El rizado ordenó dos chocolates calientes y dos sándwiches con queso derretido, el señor que lo atendió lo miró con el ceño fruncido, pues estaba solo.

—Lou, ¿No vas a comer? —dijo mirándolo a los ojos, él negó.

—No tengo hambre, come tú —dijo sonriendo sin mostrar los dientes.

Bebió un poco de su chocolate y le dio una mordida a su sándwich. —He estado pensando en que podríamos ir al viejo edificio al que íbamos antes, a ver la puesta de sol —mencionó el menor.

Los celestes ojos del castaño brillaron y asintió frenéticamente. —Suena muy bien.

•••

—Joven Nick Hemgwier, debe decirnos a dónde fue su compañero, ya sabemos que usted lo ayudó a escapar —la doctora del muchacho caminaba a su alrededor, esperando que diga la verdad.

—No sé —eso era lo que decía cuando le hacía una pregunta. —¿Ya puedo irme?

—No —dijo firme —Mientras no me diga la verdad, no saldrá de aquí.

El pelinegro apretó los puños y respiró profundamente —Quiero irme.

—Nick, no te irás de aquí hasta q..

—¡Quiero irme! —sus manos golpearon la mesa, y su rostro se volvió rojizo. —Me vale si quiere saber dónde está él, no lo delataré.

La doctora asintió y rodó los ojos, sabía que no era bueno hacerlo enojar. Abrió la puerta y lo hizo salir, pero antes de eso, el pelinegro le mostró el dedo medio, y luego se marchó.

—Vaya bola de maniáticos —suspiró.

•••

Harry tomó el bus que solía tomar junto a su madre hace tiempo, subió y se sentó en uno de los asientos, soltando un bufido.

—¿Tienes frío? —habló el rizado, el ojiazul negó y se dedicó a mirar por la ventana. Una señora que llevaba a su nieto lo miró cómo si estuviese loco, él lo notó y desvío la mirada.

—Abuelita, ¿Porque lo miras así? —preguntó el niño con inocencia.

—No es nada James —de su cartera sacó un libro y comenzó a leérselo, para así distraerlo un momento.

**

Harry bajó del autobús e ingresó al viejo edificio, subió hasta el tercer piso y se sentó sobre un auto abandonado, sintió a su novio sentarse a su lado, así que lo abrazó. Habían llegado justo a tiempo, el sol comenzaba a esconderse, y el cielo se tornaba de un color naranja, ambos se abrazaron.

—Estaremos juntos por siempre —susurró el menor, haciendo dibujos invisibles en la mano del castaño.

—Por siempre.. —sus labios se juntaron, y ambos admiraron el hermoso atardecer.

❁ ❁ ❁

Hola de nuevo, esta vez no haré bromas porque no quiero morir ahr. Gracias por leer, las quiero. ♡

come back ❁ larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora