Capítulo 7

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Cuando la verdad sale a la luz, un nuevo secreto aparece.
















Adhara se adentró en el bosque, en la parte más oscura y alejada de las personas; donde la niebla era muy densa

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Adhara se adentró en el bosque, en la parte más oscura y alejada de las personas; donde la niebla era muy densa.
Edward caminaba detrás de ella, preocupado por lo que ya sabía que había descubierto.

La noche anterior el se encontraba frente a su piano tocando una suave melodia, recordando un par de ojos preciosos color chocolate; tan expresivos e intensos, tan llenos de curiosidad pero a la vez impartian una mirada seria, tan profundos pero llenos de calidez.
Su hermano Jasper, se encontraba sentado en uno de los sillones con un libro en mano, al cual ni si quiera le prestaba la mínima de atención. Sus pensamientos se centraban en una castaña llena de timidez y amabilidad, con una mirada repleta de determinación.

Sus hermanos y padres por otra parte, disfrutaban de la melodia al rededor de la sala.
Justo en ese momento la sonrisa de Alice se desvaneció, logrando captar la atención del chico del piano, provocando que pare de tocar las teclas del hermoso instrumento frente a él, llamando así la atención de todos.

Edward había visto en la mente de Alice el momento exacto en donde ellas habían descubierto su más grande secreto.

Ahora ellos se encontraban parados a mitad del bosque, frente a frente mirándose fijamente. La tensión era notoria en los hombros de Adhara, ella estaba asustada.
El estaba preocupado.

– Te dije que estaba cerca... – dijo en un susurro – ahora entiendo porque debía parar, pero es demasiado tarde para arrepentirme. –

– Adha, permiteme explicar... –

– ¿qué me vas a explicar? ¿Como asesinaron a esas personas? – preguntó ella alterada –

– Nosotros no somos responsables de eso, somos... Diferentes. –

– ¿Diferentes de que? –

– Sabes la respuesta Adha. –

– ¡No! Quiero que me digas que no es cierto, que no es real y que... Que estoy enloqueciendo. –

– Entonces te estaría mintiendo. – dijo el acercándose a ella con cautela. – Haz las preguntas, responderé. –

– ¿Cuantos años tienes? –

– Tengo 17 años. –

– Biologicamente... Quiero tu edad real. –

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