LA REVANCHA

CAPÍTULO 10

" EL ACCIDENTE DE RABITO"

-- Por otro lado, un par de días después, ese fin de semana Marcelina a recibido otra carta de su admirador secreto donde la cita otra vez en la nevería esta vez ella y Mario si logran encontrarse:

- - ¡Marcelina!

- - ¡Mario, sabía que eras tú! (se abrazan muy fuerte)

- - ¿Entonces no te decepcione?

- - Claro que no, ¿qué dices? (se sientan)

- - Discúlpame por no haber llegado a la primera cita es que Paulo descubrió todo y me impidió llegar.

- - Lo sé, pero oye y ¿dónde te llevó?

- - Paulo me sorprendió con unas flores que traía para ti...le mentí y le dije que iba al cementerio, tuve que dejarle las flores a mi mamá.

- - No te preocupes Mario hiciste muy bien.

- - Si, pero lo malo es que ahora ya no tuve dinero para comprar otras, pero al menos te comprare unos helados ¿sí?

- - Eso no importa Mario, lo único que me importa es estar contigo.

- Mario tomo la mano de Marcelina y dijo:

- - Marcelina yo...te quiero mucho, ¿Quieres ser mi novia?

- - ¡Ay Mario yo...!

- En ese momento suena el celular de Mario.

- - ¡Ay no puede ser!, ¿justo ahora?

- - Será mejor que contestes Mario podría ser urgente.

- - Es mi papá – dijo Mario mirando el celular... Aló papá, ¿Qué sucede? !Queee!, no puede ser, voy para allá de inmediato.

- - Te has puesto muy nervioso... ¿qué paso Mario?

- - ¡Mi papá dice que Rabito fue atropellado por un auto!

- - ¡Por Dios!

- - Lo lamento Marcelina tengo que irme (llorando).

- - ¡No llores Mario, yo te acompaño!

- Los dos salieron de la nevería y fueron apresurados a la casa de Mario, cuando llegaron vieron a Rabito muy mal y lo llevaron con el veterinario:

-

- - Dime Joao, ¿qué tiene Rabito?, ¿es grave? -preguntó Mario.

- - Lamentablemente si, Rabito tiene una pata y dos costillas fracturadas.

- - ¿Y si lo entablillo?

- - Eso no bastara Mario las costillas rotas están presionando sus pulmones Rabito no puede respirar bien, tendré que operar.

- - ¡Caramba ahora no tengo dinero para imprevistos Joao!

- - Mario tu eres mi amigo y sabes que no te cobraré, pero los medicamentos para la operación son muy caros.

- - ¡No importa, conseguiré el dinero como sea!

- - Espero que lo consigas Mario, podre tener a Rabito aquí un par de días, pero esta sufriendo demasiado, si no consigues las medicinas tendré que sacrificarlo.

- - ¡No eso no puede ser, no lo permitiré no lo permitiré nunca!

- Mario sale de la veterinaria corriendo y llorando, Marcelina va tras él pero antes el veterinario le da la lista de medicinas ...eran muchas.