CAPÍTULO 30

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"DE VISITA EN LA CÁRCEL"

- Al día siguiente en la cárcel....

- - Señorita Susana Bustamante, tiene una visita- dijo el vigilante de la celda

- - Una visita yo?...

- - Es un joven que dice ser su abogado

- - ¿Mi abogado? - dijo Susana muy sorprendida

- En ese momento Esteban se acercó a la celda de Susana y dijo:

- - ¿Buenos días señorita, es usted Susana Bustamante?

- - Si soy yo, pero...

- - Buenos días, mi nombre es Esteban Rivadeneyra, abogado especialista en derecho penal.

- - ¿Quién puede tener un buen día estando presa? – dijo Susana

- - Por favor abra la celda, tengo derecho a entrevistarme con mi cliente – dijo Esteban dirigiéndose al guardián, él abrió la celda y Esteban entró, en la celda solo había una cama, un par de sillas y una vieja mesa:

- - Oiga yo no sé quién le dijo que viniera, pero le advierto que yo no tengo dinero para pagar abogados, además mi caso ya está sentenciado, creo que está perdiendo su tiempo.

- - No se preocupe señorita, no es por dinero que estoy aquí sino por que una persona que quiero mucho me pidió que viniera

- - ¿Una persona, que persona?

- - Esa persona me pidió que mantuviera su nombre en secreto, pero es alguien que la quiere mucho es alguien de la EM

- - No me mienta señor, ¿Quién podría quererme en esa escuela, después de todo el daño que les he hecho?

- - Estoy enterado de todo su caso, he visto su sentencia y francamente me parece excesiva, además sé que usted esta arrepentida.

- - Si lo estoy, pero ya es tarde no tengo esperanzas.

- - No, no es tarde revisaremos su caso y pediré un nuevo juicio si es necesario.

- - Usted cree...yo estoy sola en el mundo, no pensé que le podía importar a alguien, usted es la primera persona que viene a verme desde que estoy aquí

- - Se equivoca señorita Susana no está sola, ya le dije que alguien que la quiere mucho me envió aquí, pero esa actitud tan derrotista no la ayudara tiene que poner de su parte y ser sincera conmigo (le toma la mano)

- - Esta bien hare todo lo que usted me diga para salir de aquí (llora).

- - Por favor dígame Esteban es mejor que tratemos de ser amigos y tenernos confianza.

- - Esta bien Esteban...discúlpame por llorar es que me siento muy mal, la cárcel es horrible.

- - Muy pronto tu pesadilla acabara te lo prometo...

- Esteban abrazo a Susana para tratar de consolarla...en realidad sintió un deseo real de sacarla libre, al verla triste y desvalida se llenó de ternura por ella.

CONTINUARÁ...

LA REVANCHAWhere stories live. Discover now